El Vaticano criticó con dureza el viernes el proyecto de los dirigentes europeos de realizar una acción militar para destruir los barcos de los traficantes de personas en Libia, por considerarlo contrario al derecho internacional.
La Unión Europea (UE) había decidido el jueves llamar a las Naciones Unidas a apoyar una acción armada frente al tráfico de seres humanos, tras una cumbre europea convocada a raíz del naufragio de una embarcación en el mar Mediterráneo el 19 de abril, que dejó más de 700 muertos.
El presidente francés, François Hollande, había anunciado que se presentaría una resolución ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para poder destruir los barcos de los traficantes antes de que zarpen de Libia.
“La decisión tomada ha sido presentar todas las opciones para que los navíos puedan ser aprehendidos y aniquilados” antes de que embarquen en ellos los migrantes, declaró el mandatario francés. “Esto solo puede hacerse en el marco de una resolución del Consejo de Seguridad, y Francia tomará una iniciativa, con otros” países, añadió.
“Es una idea muy extraña. ¿Qué van a bombardear? ¿Y el Derecho Internacional? Bombardear un país es un acto de guerra”, afirmó el “ministro” del papa encargado de migraciones, el cardenal italiano Antonio Maria Veglio, a la agencia del episcopado italiano SIR.