Las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión y aquellas que atacan al cerebro y al corazón son ya la primer causa de muerte entre los adultos y poco a poco, a causa del crecimiento en las cifras de obesidad infantil, están atacando a los niños. Frente a ello, parte de la industria, así como científicos innovadores están en busca de modificar los alimentos por una alternativa más saludable, incluso en los dulces, cuyo ingrediente principal suele ser el azúcar.
La llamada confitería funcional es una respuesta de la ciencia, específicamente, la tecnología en alimentos ante una sociedad cada vez más consciente de su salud, que está al pendiente de los carbohidratos, grasas y proteínas que incluye su comida. Por ello, ya sea al cambiar el azúcar por un edulcorante no calórico o incluir nutrientes como vitaminas, minerales o fibra, los productores están modificando las golosinas por unas más saludables.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se dan 2.7 millones de muertes atribuibles a una mala alimentación, asimismo, dicen que el 30 por ciento de los tumores malignos podrían prevenirse al cambiar alguna conducta modificable, como dejar de fumar, hacer actividad física, o comer menos alimentos procesados y más frutas y verduras.
“Gracias a esto se han creado gomas de mascar que ayudan a la salud bucal, evitando las caries o el crecimiento de placa bacteriana, o productos adicionados con vitaminas y minerales. A consecuencia, el consumidor aprecia positivamente las golosinas que le ayudan a mantenerse sano. Los productos de confitería son excelentes vehículos para la fortificación, ya que su sabor puede cubrir fácilmente las notas indeseables que pudieran afectar al producto final”, escriben en una nota informativa de Hablemos Claro, medio de difusión formado por expertos de la Universidad Iberoamericana y el International Life Science Institute.
Este fenómeno se ha dado mayormente en países desarrollados como Suiza en donde ya se hacen chocolates enriquecidos con calcio y magnesio o en Estados Unidos, donde este mismo alimento se ha adicionado con antioxidantes y Omega-3. También China produce ya caramelos con calcio y vitamina C, chicles con colágeno y mentas con Omega-3, mientras que Japón con polifenoles o antioxidantes.
Sin embargo, en México también se ha hecho un esfuerzo, no sólo por rescatar los dulces típicos como los hechos con amaranto, si no con la creación de gomitas hechas a base de piña y nopal que desarrollaron alumnos de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional.
En 2010 trascendió que este grupo de jóvenes utilizó materias primas 100 por ciento naturales para elaborar estas golosinas que ayudan a mejorar la digestión y retardar el envejecimiento porque además tienen un antioxidante llamado glicina.
Hablemos Claro explica que los productos dependen mucho del público al que vaya dirigido, por ejemplo, las mujeres pueden buscar más dulces que aporten calcio, para ayudarlas con la osteoporosis, productos antienvejecimiento o que apoyen en la menopausia.
“Mientras que los hombres pueden estar más interesados en productos que les proporcionen energía o ayuden en la salud de la próstata. También deben existir productos con un atractivo universal, por ejemplo, los dulces que ayudan a la salud intestinal y bucal”, dicen.
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