Recomiendan refrigerio saludable para mejor aprovechamiento escolar

Ante el regreso a clases, luego del periodo vacacional, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través de sus servicios de nutrición y dietética, recuerda a los padres de familia la importancia de enviar a sus hijos a la escuela desayunados y abastecidos con un refrigerio saludable, binomio indispensable para que aprovechen la enseñanza y además mantengan buen estado de salud.

La dependencia federal puntualizó que un almuerzo de calidad, preparado en casa, es insustituible para que niños y adolescentes logren un rendimiento escolar óptimo.

Además, como el lapso que transcurre entre el desayuno y la comida es muy largo, los menores necesitan contar en su intermedio con alimentos que proporcionen energía al cerebro y al cuerpo, tanto para las funciones cognoscitivas requeridas en el proceso de aprendizaje, como las necesarias para su desarrollo físico.

Es aquí donde entra la trascendencia de la “lonchera saludable” o el refrigerio escolar que permite abastecer las calorías, vitaminas, minerales, proteínas, energía e hidratación que niños y jóvenes necesitan para un buen desempeño en las aulas.

Los mismos grupos de alimentos del Plato del Bien Comer (verduras, frutas de temporada, un alimento preparado con bajo contenido en grasa, un cereal de grano entero o integral y agua simple), deben incluirse en el almuerzo y en el refrigerio en porciones adecuadas a la talla, edad y actividad física de los menores.

En promedio, quienes cursan primaria requieren mil 200 kilocalorías al día; mientras que los adolescentes de mil 600 a dos mil kilocalorías. Lo ideal, tanto para menores como adultos, es alimentarse cuatro o cinco veces al día con porciones más pequeñas, para que el organismo las pueda utilizar a través de la actividad continua que se hace a lo largo del día.

Un refrigerio escolar ideal, es aquel que contiene una porción de fruta (manzana, pera mediana o media taza de otra fruta picada), 100 gramos de verdura, una rebanada de pan (cereal) con otra de queso, jamón de pavo o atún (proteína) y agua simple, fundamental para evitar el consumo de azúcares en jugos o refrescos que conducen a generar sobrepeso u obesidad.

Asimismo, el IMSS recomendó seguir las siguientes recomendaciones:

Lavarse muy bien las manos antes de preparar los alimentos.

Desinfectar frutas y verduras (1 litro de agua 10 gotas de cloro, deje reposar 10 minutos).

Cortar las frutas en rajas, cuadritos.

Poner pequeñas porciones: medio sándwich, medio burrito, 3 galletas no el paquete completo.

Agua de frutas de temporada en vaso con tapadera anti escurrimientos.

Evitar alimentos industrializados, frituras, jugos.

Todos los días lavar el vaso y la lonchera al regreso a casa.

Utilizar recipientes prácticos o bolsitas.

No debe pasar más de 5 horas entre las comidas principales (el desayuno, comida y cena)

Para los refrigerios de 2. 5 a 3 horas.

Dormir a los niños temprano, 8:30 a las 9:00 de la noche a más tardar.

Realizar por lo menos 30 minutos diarios de actividad física.

Ejemplos:

Medio sándwich de pan integral con 1 cuchara sopera de frijoles, una rebanada de aguacate, tomate y lechuga; una naranja en gajos o agua de fruta (tamarindo, jamaica, limón, piña, papaya, pepino)

Media manzana en rajas con yogurt natural, pepino con limón, agua natural y un puñito de almendras.

Media quesadilla con 1 rebanada de aguacate, media taza de melón picado y agua.