Hasta el lugar, ubicado en las calles Aldama y 37, se trasladaron los bomberos a bordo de una cisterna, quienes controlaron la fuga que alertó a los encargados y a los moradores de la estancia.
Y es que según trascendió, el viento derribó el letrero que cayó justo encima del tanque de gas, lo que provocó la fuga.
Luego de varios minutos y después de haberla controlado, los bomberos procedieron a retirarse, no sin antes verificar que todo estuviera en orden.