
Mujer se masturba en el metro y pide ayuda
Todos en nuestra intimidad solemos dedicar parte de nuestro tiempo a nosotros, a nuestro goce o, dicho concretamente, al placer onanista. Ya se sabe, le echamos una mano, le acariciamos el cuello al cisne, saludamos al monstruo… Sin embargo, hay personas a las que aparentemente les gusta trascender esa barrera;








