LOS CONSTANTES CAMBIOS y enroques al interior del gabinete del gobernador Javier Corral, la encerrona del lunes y aunque poco se diga, la renovación de la dirigencia nacional del PAN, traen al secretario General de Gobierno, César Jáuregui Robles, con sus días contados como segundo al mando en el Palacio, y no sólo por el desgaste mediático del que ha sido blanco el exconsejero de la Judicatura federal, con eso de que es quien siempre de los siempres es el que da la cara, sino también por un desgaste natural de su relación con el mandatario estatal, cuyos ajustes dentro del gabinetazo se extenderían en las próximas semanas, a decir de los malosos.
Tan es así que en los corrillos de Palacio de Gobierno, a donde Jáuregui Robles arriba 20 minutos antes de las nueve de la mañana casi a diario, comenzó a reforzarse la versión de que el secretario no llega de aquí a noviembre como el segundo de abordo, ya que además podría ser requerido en la renovación del Comité Ejecutivo Nacional panista, a donde se perfilan como nuevos líderes Marko Cortés y Héctor Larios, a petición de éste último y lejos de la grilla en la que lo ha tenido inmerso el gobernador Javier Corral.
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VAYA, LOS MALOSOS nos reportan que tan desgastado anda el secretario general de gobierno, que quien le anda comiendo el mandado es ni más ni menos que el segundo de abordo en el changarro y director de Transporte y Gobierno en la estructura oficial, Joel Gallegos, quien dispuso recientemente de la estrategia a seguir en la pelea legal que se libra en el Instituto Chihuahense para la Transparencia de la Información Pública, Ichitaip.
Resulta y resalta que el proceso judicial promovido por el comisionado incómodo Rodolfo Leyva, y que trae en jaque al Nuevo Amanecer junto y por ende al comisionado presidente que se impuso desde Palacio, Alejandro de la Rocha, va tan adelantado que ahora la estrategia es esconder la silla presidencial tras la figura de una dama, pensando quizá así ilusamente que no tendrán por qué acatar una eventual sentencia en contra.
Y es que “la revisión de la revisión de la revisión” de la sentencia que ya se emitió en favor de Leyva Martínez, a quien la justicia federal le otorgó la razón en el sentido de que fue despojado ilegalmente de la Presidencia del Ichitaip, pero que Alejandro de la Rocha por instrucciones entonces del secre de Gobierno, César Jáuregui, impugnó ante una instancia superior, está por resolverse y antes de que ello ocurra De la Rocha sería removido de su encargo –por órdenes superiores, obvio- y en su lugar nombrarían a la comisionada Amelia Martínez, como si la sentencia fuera de Leyva contra De la Rocha, y no por el despojo de la Presidencia, estén quien esté sentado en la misma.
Lo curioso es que nos cuentan que Gallegos se encargó de convencer a doña Amelia que una vez en la silla presidencial no se deberá acatar la sentencia de la justicia federal. Así de jocosa la propuesta que, desde la perspectiva de la seriedad jurista, estaría, quien la desacate, en la antesala de la cárcel por lo gravísimo que resulta para un funcionario público el desobedecer una resolución de la justicia federal.
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HABLANDO DEL GÓBER y de los ecos que dejó la reunión con su gabinete, ayer Javier Corral fue visto compartiendo el pan y la sal con el fiscal César Peniche en un conocido restaurante de postín, pues los malosos nos reportaron que desde muy temprano, el negocio fue sitiado por los escoltas de ambos personajes, quienes seguramente se reunieron para analizar la “Operación Justicia para Chihuahua” y las órdenes de tacos que se vienen, ya que los más enterados afirman que apenas y se desahoguen algunas audiencias contra los duartistas encarcelados, llegará otro paquete de arrestos para resaltar el grito de Independencia del gobernador.
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Y MIENTRAS EL gobernador y el fiscal degustaban sus alimentos en La Casona, a la Ciudad Judicial arribaban los tocayos de nombre y de duartismo, Alejandro Villarreal y Alejandro Gutiérrez, exlíder del SNTE y exsecretario general adjunto del PRI nacional, respectivamente, así que es muy probable que ambos también estuvieran en la conversación de Corral y César Peniche, sin embargo, lo que dio de qué hablar no fue la vinculación a proceso del profesor panalista o el brazalete de La Coneja que le estuvo negando la Fiscalía, sino el desmayo que sufrió Villarreal Aldaz y su traslado a un hospital, lo que da cuenta de que el maestro de plano está muy mal de salud o porque se le vienen más imputaciones y por tanto muchos más días en la cárcel.
En el caso de La Coneja, más que listo está el priista en salir corriendo del CERESO de Aquiles Serdán, tan es así que ya hasta trae colocado un brazalete en su pie derecho, el cual se activará apenas y salga libre bajo libertad condicional, todo sea para ganar tiempo y la batalla al gobernador Javier Corral, cuya Fiscalía argumentó que no se lo podían colocar porque no tenían, vaya jugarreta estilo tricolor que nomás no les funcionó.
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QUIÉN DIRÍA QUE a poco más de dos semanas de que se instauró la nueva Legislatura local, los dolores de cabeza para el gobernador Javier Corral comenzarían con el accionar de las bancadas que no son la del PAN, y es que tanto PRI, Morena, PES y MC, se unirán para interponer una controversia constitucional contra el préstamo de 930 millones de pesos a la Junta de Aguas, mismo que le abriría la puerta a la privatización en el tratamiento de aguas residuales, así que ya más de un empresario alzó la ceja al ver que el millonario negocio que les regalaría Corral Jurado, se está desmoronando antes de tomar forma.
Source: Columna