“Si la computadora dice que el paciente está moribundo, lo más probable es que efectivamente muera al cabo de unos tres días”: así es el enfoque que adoptan en una renombrada clínica privada de la ciudad estadounidense de Boston tras incorporar un equipo computacional ultramoderno, informó RT Noticias.
El centro médico Beth Israel Deaconess ha acumulado la información sobre más de 250.000 pacientes que acudieron a sus servicios en los últimos 30 años. Procesar esta enorme base de datos y compararla con el cuadro clínico que presentan los recién ingresados es una tarea que los especialistas le plantean a una supercomputadora que han adquirido recientemente junto con el respectivo software.
El sistema recopila distintos índices de salud cada tres minutos midiendo desde la presión arterial hasta los niveles de oxígeno en la sangre, explicó a un programa de la BBC el doctor Steve Horng. Comparando la base de datos y el historial clínico de cada paciente los médicos pueden sacar un rápido diagnóstico y detectar los pacientes que corren más riesgos.
La precisión del pronóstico de la fecha de muerte de los pacientes del centro llega al 96%, detalló el médico. “Intentamos obtener una versión muy simplificada de lo que ha sucedido en el pasado y lo que está sucediendo ahora”, explicó el representante de la clínica al periódico ‘Daily Mail’.
Horng no especificó cuál es el rendimiento cuantitativo de la supercomputadora. Tampoco dijo si se trata del mismo test que el año pasado diseñaron dos programadores australianos buscando evitar gastos innecesarios para mantener la vida a los enfermos terminale