La catástrofe de la central nuclear de Fukushima vuelve a levantar la polémica por sus posibles consecuencias naturales después de que un japonés pescara un enorme pez lobo de dos metros de longitud en aguas cercanas a las instalaciones, citó HispanTV.
El pescador japonés Hirasaka Hiroshi se ha convertido en toda una celebridad en Twitter gracias a las fotografías de sus extrañas capturas, que después ingiere.
Pero esta vez sus esfuerzos han tenido una recompensa poco habitual: un pez lobo de aspecto prehistórico que rara vez puede hallarse lejos del fondo de los océanos Pacífico y Atlántico. El pez lobo, monstruoso por su tamaño y aspecto, fue pescado en las costas de la isla de Hokkaido, cerca de Fukushima, informa The Daily Telegraph.
La fotografía del pez capturado por Hiroshi, que mide unos dos metros de largo, ha disparado de nuevo las especulaciones sobre el impacto del accidente nuclear de Fukushima en el ecosistema marino, ya que varios peces capturados en aguas cercanas a la central superan el límite legal de radiación en 2500 veces.
El pez lobo es un depredador nato y alcanza más de un metro de longitud, pero no es el caso de la criatura marina pescada por Hiroshi, ya que esta llega a los dos metros y su aspecto es terrorífico. Sin embargo, el mismo pescador dice que no hay nada extraño en el pez y que no se puede hablar de que sea consecuencia de la catástrofe de Fukushima.
A pesar de que esta teoría llama poderosamente la atención, según varios expertos podría no haber desempeñado un papel tan importante como a muchos les gustaría pensar. El pez lobo podría haber crecido tanto simplemente por la falta de ‘competencia’ por parte de otros depredadores.
El 11 de marzo de 2011, un terremoto de 9 grados de magnitud en la escala de Richter y un posterior tsunami provocaron importantes daños en seis reactores de la planta de Fukushima, que contaminó de radioactividad el aire, el agua y el suelo de la región nororiental de Japón.