Winnie Harlow, cuyo verdadero nombre es Chantelle Brown-Young, nació en Toronto, Canadá, y se ha convertido, a sus 20 años, en un personaje singular y cotizadísimo.
La enfermedad que padece Harlow, que es degenerativa, deteriora la superficie cutánea al ir muriendo los melanocitos o células que dan el color o pigmentación de la piel, y hacen que ésta vaya decolorándose en tonos más blanquecinos.
Las puertas de la fama se le abrieron tras su aparición, hace unos meses, en el programa “American’s Next Top Model” para reivindicar, a pesar de su problema físico, sus dotes como modelo.
Lo diferente se pone de moda
Pero el caso de Winnie, con ser muy espectacular, no es el único en las pasarelas. De hecho ya existen agencias que buscan modelos que no están en sintonía con la gran mayoría de las normas estéticas, como la británica Ugly Models (“Modelos feos”), que busca cuerpos de chicos y chicas “diferentes” para trabajar con grandes firmas como Calvin Klein o Levi’s, entre otros.
Otro ejemplo de singularidad lo representa la modelo checa Karolina Kurkova que muestra, cuando la prenda se lo permite, un vientre plano, carente de ombligo y aún así es considerada una de las mejores modelos y una asidua de Victoria’s Secret.
Otra modelo diferente es Moffy, una chica estrábica, que ha encabezado varios desfiles por todo el mundo desafiando, con su curiosa mirada, las bellezas de otras esbeltas compañeras de profesión.
Pero el ejemplo más extremo es el de la modelo Jillian Mercado, que va en silla de ruedas por una distrofia muscular espástica, y que ha participado en desfiles para firmas como Diesel o Nordstrom.
El Universal