Los chilenos enfrentaron la tarea de recoger escombros y volver a levantarse tras una catástrofe, esta vez luego del potente terremoto de 8,4 grados y posterior tsunami que dejaron 12 muertos, el peor de 2015 en el mundo, informa La Razón.
En el puerto de Coquimbo, unos 450 km al norte de Santiago, y la vecina y turística ciudad de La Serena, las zonas más afectadas por el sismo de la noche del miércoles, lugareños apoyados por militares limpiaban la playa y las viviendas afectadas por el agua.
La presidenta Michelle Bachelet viajó por segundo día consecutivo a la región de Coquimbo junto con una comitiva de ministros para visitar las comunidades aledañas que también sufrieron por la catástrofe.
“Vamos a seguir viniendo para dar el apoyo que esta región necesita. Vamos a seguir trabajando hasta que las zonas más afectadas puedan salir adelante”, declaró la Mandataria a medios locales en la comuna de Combarbalá.
Olas de casi 4,5 metros azotaron a varias comunas de Coquimbo, arrastrando barcos, botes de pesca, camiones, autos y desechos de casas y puestos callejeros del borde costero. El sismo, considerado el sexto más potente en la historia de Chile y el de mayor magnitud en el mundo en 2015, seguía generando réplicas el viernes.
No había aún un balance oficial de daños ocasionados por esta catástrofe, el tercer terremoto por encima de los ocho grados que enfrenta Chile en los últimos cinco años, aunque las evaluaciones preliminares daban cuenta de un perjuicio acotado.
“Seguimos evaluando la magnitud del daño. Hay daños en el borde costero por el tsunami y hay daño tremendo en las zonas interiores por el terremoto, pero sea lo que cueste lo vamos a asumir”, expresó Bachelet.
Fuente: La Razón