Soldados nigerianos limpian de terroristas del grupo takfirí Boko Haram dos pueblos en el noreste del país africano y rescatan a 90 cautivos, informó HispanTV.
“Las tropas (nigerianas) han salvado el jueves a 23 hombres, 33 mujeres y 34 niños capturados por Boko Haram”, en los pueblos de Dissa y Balazala, ambos vecinos de la ciudad de Gwoza, ubicada en el estado de Borno (noreste), anunció el viernes el portavoz del Ejército nigeriano, el teniente coronel, Sani Usman, en un comunicado.
Asimismo, tras informar de la reapertura de una escuela primaria en la ciudad de Gwoza, que permanecía cerrada por la violencia del grupo takfirí, aseguró que adoptaría medidas para garantizar la seguridad de los alumnos y profesores de dicho centro.
En este mismo contexto, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en inglés) denunció el mismo viernes que los terroristas que operan en la región del lago de Chad, cerca de la frontera con Nigeria y Chad, han obligado en los últimos cinco meses a 1,4 millones de niños a abandonar sus hogares.
Los takfiríes de Boko Haram irrumpieron el 14 de abril de 2014 en el liceo de Chibok, en el estado de Borno, lugar considerado como el epicentro de la insurrección de los insurgentes, y secuestraron a más de doscientas estudiantes.
Un mes después, el líder del grupo Boko Haram, Abubakar Shekau, en un video de 57 minutos, se responsabilizó personalmente del secuestro y advirtió de que pronto habría ataques similares.
Por su parte, el presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, propuso el miércoles conceder la amnistía a presos de Boko Haram a cambio de la liberación de las estudiantes secuestradas.
Boko Haram siembra el terror en el territorio nigeriano desde hace seis años y comete todo tipo de crímenes de lesa humanidad, entre ellos secuestros masivos.
El 31 de marzo de 2015, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) informó de que, durante el año 2014, Boko Haram había asesinado a más de 7 300 civiles en Nigeria y en los países vecinos y, según estimaciones, en los tres primeros meses de este año ya se contabilizaban al menos mil víctimas mortales.