La Fiscalía General del Estado a través de su Unidad Modelo Antisecuestros participó en el quinto Congreso Internacional de Lucha contra el Secuestro y la Extorsión que se efectuó en Medellín, Colombia, y cuyo principal objetivo es fortalecer la cooperación y el compromiso en el combate a la criminalidad asociada.
El evento tuvo como base, la presentación y exposición de los líderes antisecuestros y antiextorsiones de los diferentes países del mundo sobre las buenas prácticas y los casos de éxito alcanzados en los países participantes, de ahí que eligieran al estado de Chihuahua para compartir las estrategias que llevaron erradicar ese delito.
En este importante foro, al titular de la Unidad Antisecuestros de la FGE trascendió la experiencia vivida en el estado respecto al flagelo que representó para los habitantes el delito de secuestro y extorsión que se registraron a partir del año 2009.
Además compartió a los representantes de países latinoamericanos las estrategias de seguridad que se implementaron y el modelo que se estableció en Chihuahua para recuperar la paz y disminuir los índices de los delitos de alto impacto a su más mínima expresión, hasta colocarnos actualmente entre los estados con menor incidencia delictiva de esa naturaleza.
Asimismo, expuso el nuevo modelo de prevención que lleva a cabo la FGE en materia de secuestro, y los resultados para inhibir brotes delictivos y la conformación de nuevas bandas de secuestradores y extorsionadores, campañas de prevención basadas en los estudios criminológicos de las más de 700 personas que se encuentran detenidas por este delito.
Este encuentro internacional se realizó con el propósito de fortalecer la cooperación internacional y el compromiso en la lucha contra criminalidad asociada y derivada del secuestro y la extorsión, delitos de alcance trasnacional, a través de la creación de espacios de coordinación entre los organismos estatales de diferentes países.
Para ello, se aprovechó el potencial escenario de la ciudad de Medellín, donde es referente exitoso, la coordinación con las instituciones en la adopción de estrategias para contrarrestar los relacionados flagelos; permitiendo que a través del intercambio de experiencias y buenas prácticas se puedan proyectar iniciativas a corto, mediano y largo plazo; así como, adoptar mecanismos para enfrentar estos delitos desde un contexto global.