Colectivos de concesionarios de Volkswagen en Alemania y de protección al consumidor pidieron a la empresa actuar rápido, llamar a revisión y reequipar los modelos manipulados para aprobar las pruebas de emisiones estadunidenses, a fin de reducir el impacto a largo plazo en su reputación y advirtieron que podría haber éxodo hacia autos que usan gasolina, informaron las Agencias EFE y Reuters.
Para recuperar la confianza, Volkswagen necesita indemnizar a todos los consumidores afectados por este daño”, declaró Klaus Mueller, director de la Federación de Organizaciones del Consumidor alemanas.
La compañía deberá, ya sea adaptar todos los vehículos afectados o dar a cada cliente forma individual la posibilidad de reconvertir el suyo”, añadió.
El fabricante alemán ha reservado 6,500 millones de euros para ayudar a cubrir los costos de esta crisis y confirmó que 11 millones de sus vehículos repartidos por todo el mundo podrían estar afectados. Sin embargo, todavía no se ha ordenado una revisión de los mismos, ni se ha especificado qué modelos están implicados.
Ernst-Robert Nouvertne, propietario de los concesionarios de Volkswagen en la ciudad alemana de Solingen, dijo que “los clientes están preocupados. Esto no pasará sin consecuencias. Algunos de ellos podrían cambiarse a un automóvil de gasolina”, y agregó que Volkswagen debería estar blindado por la lealtad de sus clientes, al menos en su propio país.
En tanto, una investigación de la agencia Reuters reveló que Volkswagen of America envió en abril comunicaciones a los propietarios de modelos Audi y Volkswagen con motores diesel en California informándoles de un “servicio de emisiones” para sus vehículos.
Las cartas decían a los propietarios que tendrían que llevar sus automóviles a un distribuidor para instalar un nuevo software que garantizaría que las emisiones del tubo de escape fueran “optimizadas y operaran eficientemente”.
La firma no explicó que estaba tomando esa medida con la esperanza de satisfacer a los reguladores estadunidenses, que eran cada vez más escépticos sobre la razón de las discrepancias entre los resultados de las pruebas de laboratorio y la contaminación real que estaban generando los autos diesel de Volkswagen.
Funcionarios de la Junta de Recursos del Aire de California y de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por su sigla en inglés) acordaron en diciembre de 2014 permitir un llamado voluntario a revisión de los autos diesel de Volkswagen para arreglar lo que, según la firma, era un problema técnico fácil de resolver.
La firma alemana está en medio del mayor escándalo de su historia luego de que la EPA la acusó de trucar los motores de cinco modelos de vehículos que funcionan con diesel. Ello con el fin de que esas unidades pasaran controles ambientales en Estados Unidos.