Donald Trump ha arremetido contra el discurso del papa Francisco en el Congreso de EE.UU. sobre la inmigración y el cambio climático, insistiendo en deportar a los indocumentados, informó HispanTV.
El candidato republicano a la Presidencia del país norteamericano elogió, en una entrevista concedida el jueves a la cadena local CNN, la estética de las palabras del pontífice —quien ha pedido a las autoridades estadounidense una respuesta “humana, justa y fraterna” a los inmigrantes—, pero manifestó su rechazo categórico a las declaraciones del papa Francisco.
“Creo que sus palabras son hermosas. Respeto al papa y me gusta mucho, pero también creo que nuestro país afronta graves problemas. Tenemos una terrible ola de crímenes. Tenemos drogas que traspasan las fronteras”, dijo Trump.
En su aparición televisiva, el magnate inmobiliario volvió a reiterar que, si fuera elegido como presidente, deportaría a los 12 millones de personas sin papeles que viven en el país —en su mayoría latinoamericanos— y construiría un muro para sellar las fronteras y frenar la inmigración ilegal. No obstante, aseguró que este muro tendría “una puerta abierta de par en par” para quienes lleguen al país por vías legales.
Trump expresó además su desacuerdo con las palabras del Obispo de Roma sobre el cambio climático y la necesidad de proteger el medio ambiente, así como con su llamado a todos los países a abordar la cuestión con seriedad. En este sentido, el candidato republicano puso el origen de los desastres naturales en un simple “cambio de tiempo”: “No creo en el cambio climático. (…) Se llaman cambios de tiempo: hay tormentas, hay lluvia, así como días bonitos”.
En la misma línea, el multimillonario estadounidense advirtió de que el fomento de la “energía limpia” perjudica a las clases media y baja.
EE.UU. “no debería poner en peligro a las empresas” del país imponiendo compromisos con el medio ambiente que podrían, a su vez, arriesgar los puestos de trabajo de la economía nacional, ha sostenido.
La retórica contra los inmigrantes forma el núcleo central de la campaña electoral de Trump desde el pasado 16 de junio, cuando llamó “criminales” y “violadores” a los inmigrantes mexicanos, razón por la cual, el Congreso de México lo ha declarado “persona non grata”.
Esos polémicos comentarios provocaron una ola de protestas, tanto en Latinoamérica como entre las comunidades hispanas que viven en el país norteamericano.
Cabe señalar que el papa llegó el martes por primera vez al territorio estadounidense para iniciar una visita oficial de seis días a esa nación, procedente de un viaje de cuatro días a Cuba. El jueves (ayer) hizo una alocución ante el Congreso en la que, además de los problemas de la inmigración latinoamericana a Estados Unidos, aludió a la crisis de refugiados en Europa y a la reconciliación de los países enfrentados. A su juicio, es necesario tratar a los demás con la misma pasión y compasión con que queremos ser tratados.