Fuerzas de seguridad israelíes han atacado este martes a manifestantes palestinos en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) otra partes de la ocupada Cisjordania; en los enfrentamientos decenas de palestinos han resultado heridos, informó HispanTV.
En la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds, un grupo de colonos israelíes, custodiado por soldados israelíes, ha irrumpido en el recinto sagrado y ha atacado a los palestinos que se encontraban en el mismo.
La agencia palestina de noticias Alresalah ha informado que unos 20 palestinos han resultado heridos en estos enfrentamientos, mientras que otros presentaban síntomas de asfixia después de que los agentes policiales israelíes les lanzaran gases lacrimógenos.
Asimismo las fuerzas de seguridad israelíes han detenido a seis palestinos en la ciudad de Al-Quds.
Por otro lado, en Ramalá, la policía israelí ha atacado con balas de metal revestidas de caucho y gases lacrimógenos una marcha en apoyo de la Mezquita Al-Aqsa. Decenas de manifestantes y varios periodistas han resultado heridos durante el asalto.
Los palestinos han organizado manifestaciones similares en las ciudades de Nablus, Ariha y Al-Jalil (Hebrón), donde los efectivos israelíes han disparado munición real para dispersar a los participantes en las protestas.
Los soldados israelíes también han lanzado un operativo contra la población palestina en la ciudad de Beit Lahm (Belén); durante el asalto las fuerzas del régimen de Israel han prendido fuego a varios olivos.
Recientemente, la Mezquita Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes, ha sido blanco de ataques de los soldados israelíes, pese a las condenas expresadas por organismos internacionales y ciertos países, como EE.UU., Egipto y Jordania.
La Mezquita Al-Aqsa representa el tercer lugar más sagrado del Islam, tras la Mezquita Al-Haram en La Meca y la Mezquita Al-Nabawi en Medina (ambas en Arabia Saudí). Los israelíes pretenden judaizar el recinto de Al-Quds y eliminar su identidad islámica a fin de transformarlo en un templo judío.
Conforme al Tratado de Paz de Wadi Araba (1994) suscrito entre Jordania y el régimen de Israel, Amán tiene la responsabilidad de proteger los lugares santos islámicos y cristianos en Al-Quds. Pese a que en el documento se determina que los judíos no pueden realizar rituales en la Mezquita Al-Aqsa, los colonos y militares israelíes irrumpen con recurrente frecuencia en el lugar sagrado y sus explanadas, lo que, según Naciones Unidas, constituyen actos de “provocación religiosa”.