Según publicó el diario Publímetro que con más de 900 millones de usuarios activos al mes, WhatsApp es la aplicación de mensajería instantánea y gratuita más popular de la actualidad.
La importancia de WhatsApp en la comunicación ha hecho que cada día más personas presenten conversaciones en la aplicación como pruebas en procesos judiciales. Aunque se pensaría que pueden cambiar el dictamen de una sentencia, un experto de seguridad dice que están empezando a carecer de valor.
Javier Rubio, ingeniero y perito informático del Colegio de Ingenieros en Informática de Madrid, España, publicó recientemente un estudio en el que asegura que los chats de WhatsApp se pueden manipular fácilmente y sin dejar rastro.
De acuerdo con Rubio, los mensajes llegan a ser cambiados al momento de realizar el envío, cuando son recibidos y hasta directamente en la base de datos en la que se almacenan; por ello recomienda que sobre ese archivo se practiquen pruebas periciales exhaustivas cuando se lleguen a presentar mensajes de WhatsApp en un proceso judicial.
En el estudio publicado en su sitio web, Javier Rubio logra demostrar que “la manipulación es sencillamente indetectable a simple vista y, aún realizando un examen pericial informático, resultaría muy difícil detectar si se han tomado todas las precauciones”. Asimismo, asevera que si bien se pueden manipular mensajes, “también es posible y relativamente sencillo generar mensajes que no existían, inclusive de número inexistentes haciéndolos pasar por auténticos”.
Finalmente, el perito concluye que “WhatsApp es una aplicación muy poco segura y fácilmente manipulable”.