Una fuerte movilización se registró en las inmediaciones de un arroyo ubicado al norte de la ciudad, luego de que reportaran el hallazgo de una persona ejecutado, pero al arribar, los agentes se percataron de que era un perro.
“Paco, amado perro que sucumbió a los años”, decía una cartulina blanca dejada a un costado del cadáver del can.
El hallazgo ocurrió en un arroyo ubicado en las calles Industrias y Sicomoro, hasta donde se trasladaron los policías municipales y estatales.
Y es que en un principio se reportó que se trataba de una bolsa en cuyo interior estaban restos humanos, pero al verificar vieron que se trataba de un perrito cuyo dueño dejó en el lugar.