Las declaraciones que el agente de Gareth Bale, Jonatthan Barnett, emitió en una entrevista con el diario británico The Guardian, en las que afirmaba que el galés “quiere ser mejor jugador del mundo; no creo que quiera ser el mejor modelo o el mejor vendedor de ropa interior”, en referencia a Cristiano Ronaldo, han causado alarma en la capital española, donde la relación entre las dos estrellas del Real Madrid ha sido motivo de controversia desde la contratación del galés en 2013.
Según reportó la Cadena Ser, le tocó a Rafa Benítez apagar el fuego incluso antes de que empiece a arder con una llamada telefónica al galés – entonces concentrado con su selección – para pedir explicaciones.
Dicha versión asegura que Bale explicó al técnico que su agente no hablaba en su nombre. Ante tal respuesta, Benítez habría pedido a su jugador que transmitiera sus explicaciones a Cristiano Ronaldo cuando se encontrara con él en el entrenamiento de este jueves, cuando se reporte el galés.
Pero según una fuente cercana a la Ciudad Deportiva Real Madrid en Valdebebas, Cristiano Ronaldo, más que enfadado por las declaraciones del agente de su compañero, se habría mostrado un tanto sorprendido, a sabiendas de que se reencontraría con Bale en Valdebebas y podría tratar el asunto directamente con él.
Es decir: que el problema se habría arreglado directamente entre los jugadores sin la intervención del técnico.
Es decir: que el problema se habría arreglado directamente entre los jugadores sin la intervención del técnico. Sin embargo, no se trata de dos jugadores cualquiera y al club le preocupa de manera especial que la convivencia entre Bale y Cristiano Ronaldo sea lo más armoniosa posible, tanto en beneficio del juego del Real Madrid como de su imagen hacia el exterior – algo que tiene gran peso para el club y su directiva.
La consigna del club desde el cambio en el timón el verano pasado ha sido mimar un poco más a Gareth Bale después de un año en que tuvo varios roces con el entrenador anterior Carlo Ancelotti, pues no le gustaba el papel que se le había asignado.
Coincidencia o no, Bale fue el primer jugador con quien Rafa Benítez tuvo contacto en persona cuando pasó a visitarlo a la concentración de Gales, en Cardiff, mientras pasaba las vacaciones en Liverpool con su familia.
En cuestión de imagen, se consideró un descuido de Benítez, pues la estrella indiscutible en el ideario colectivo se llama Cristiano Ronaldo. Peor aún, el técnico se había propuesto mantener una política de igualdad en el plantel y se había negado a decir públicamente que “Cristiano Ronaldo es el mejor jugador del mundo”, o el mejor al que había entrenado, o el más profesional.
Un mes entero pasó esquivando la misma pregunta formulada de maneras distintas en cada rueda de prensa del técnico hasta que terminó cediendo. Más allá, ha tenido que mostrar un apoyo a Cristiano fuera de toda duda.
Estuvo presente y en primera fila cuando se le entregó el reconocimiento por haberse convertido en el máximo goleador merengue y en la ceremonia del pasado martes en que recogió su cuarta Bota de Oro – algo que ningún otro jugador en Europa ha podido lograr.
Eso no ha evitado que en Madrid circule el rumor de que el portugués no tiene una buena relación con el técnico.
Una versión que, no ha sido confirmada, ni ha habido el menor incidente que pueda sembrar la duda.
Pero como a Benítez lo precede la fama pues ha tenido roces con varios de sus ex-pupilos (destacan los líderes y de carácter fuerte, Terry, Gerrard, Xabi Alonso…), y ya ha tenido un pequeño roce con Sergio Ramos al señalarlo tras el empate 1-1 con el Atlético, entre la afición y la prensa española persiste el miedo de que la temporada merengue termine torciéndose por un conflicto en el vestidor.