El Agente del Ministerio Público, adscrito a la Unidad de Investigación de Delitos Contra la Vida en el municipio de Santa Isabel acreditó plenamente la responsabilidad de Manuel Solís Salazar en los homicidios en perjuicio de Rafael Moreno Pérez y Rafael Moreno Flores, delitos por los que un Juez de Garantías le impuso una sentencia de 20 años de prisión.
La investigación ministerial determinó, que el día 03 de marzo del 2012, el sentenciado acudió a una fiesta en el ejido La Laborcita, en el municipio de Gran Morelos, donde sostuvo una discusión con las víctimas en el exterior de un salón de fiestas y que intempestivamente sacó del interior de su vehículo un rifle, arma con la que les causó heridas a ambos, quienes fallecieron cuando eran trasladados a que recibieran atención médica.
Las indagatorias realizadas por agentes de la Policía Estatal Investigadora permitieron establecer la identidad del responsable, a través de entrevistas a testigos quienes reconocieron plenamente a Solís Salazar como la persona que agredió a los ofendidos mismos que eran padre e hijo.
Posteriormente, y derivado de un intenso trabajo de inteligencia, la Policía Estatal Investigadora ubicó al imputado en los Estados Unidos a donde huyó para evadir la acción de la justicia y a través de la coordinación con las autoridades de aquél país, fue deportado y entregado a la autoridad ministerial en julio del 2014, e inició el proceso penal por el delito de homicidio calificado que concluyó con la sentencia condenatoria.
En base a los elementos probatorios aportados durante el proceso, un Tribunal Oral consideró irrefutable la evidencia, y emitió una sentencia condenatoria de 20 años de prisión en contra de Manuel Solís Salazar.