En su propuesta de postergar un año más el apagón analógico en México y de re-encender las señales analógicas en las ciudades donde éstas ya fueron apagadas, el Partido Acción Nacional estaría vulnerando las oportunidades de Cadenatres en el negocio de la televisión abierta, luego que esta televisora echará a andar su cadena de TV bajo tecnología digital durante el primer trimestre del 2016.
Javier Lozano Alarcón, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes y ex presidente de la Cofetel, planteó la necesidad de retrasar un año el encendido de la televisión digital en el país, con la intención de mejorar las posibilidades de acceso de las familias más necesitadas y con la adecuación de una serie de artículos de la Constitución.
La Carta Magna establece que el 31 de diciembre del año 2015 deben concluir las transmisiones de la televisión analógica, para dar ingreso a la televisión digital, que en la práctica significa una mejor definición de imagen y otros beneficios para el usuario, pero también la recuperación de espectro radioeléctrico para reutilizarlo en nuevos servicios, principalmente de comunicación móvil.
Cadenatres concursó y ganó en marzo pasado la explotación de la tercera cadena nacional de televisión, al hacerse con un paquete de 123 señales digitales de TV por 1,808 millones de pesos.
El PAN argumentó en su iniciativa de postergación del apagón analógico, que cuando menos ocho millones de mexicanos perderían su derecho a la información el 1 de enero del 2016, si el apagón analógico se concreta en la noche anterior, como mandata la Constitución.
Con números de consultoras privadas, el PAN en el Cámara alta aseguró que el universo de mexicanos afectados incluso podría llegar a los 25 millones de personas. El IFT sostuvo hace dos semanas que el número de afectados no iría más allá de los cinco millones de personas, en línea con la experiencia internacional.
La Secretaría de Comunicaciones sostiene que faltan 3.2 millones de familias por atender en la entrega de televisores y que cumplirá en tiempo con la entrega de esos equipos.
El panismo basa su argumentación de retraso del apagón analógico en la premisa de que tener acceso al servicio de la radiodifusión, en este caso la televisión abierta, constituye un servicio público de interés general y un derecho de los mexicanos, y que por tanto, el Estado debe garantizar que la población tenga este acceso a la información y el conocimiento, argumentos retomados del Artículo 6° constitucional.
Estas premisas llevan al PAN a plasmar en su iniciativa a buscar el consenso necesario en el Senado para retrasar el apagón cuando menos un año, hasta el 31 de diciembre del 2016.
Y aunque a la fecha es la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) la dependencia encargada de dotar de televisores a las familias más necesitadas, el PAN plantea que sea el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) el órgano que un momento dado entregue donde haga falta decodificadores de señales televisión digital.
E insiste también en re-encender las señales de la televisión analógica en las plazas donde éstas ya han sido “apagadas”, esto, con el objetivo de que la TV digital inicie transmisiones en una misma fecha y en todo el país: el 31 de diciembre del 2016.
“(…)El Instituto Federal de Telecomunicaciones deberá ordenar el restablecimiento, a la brevedad y en la medida de lo posible, de todas las señales analógicas que cesaron transmisiones con motivo de la aplicación del proceso de transición hacia la televisión digital terrestre, a fin de que su conclusión sea concurrente con el resto del país el 31 de diciembre de 2016″, sostiene el PAN en su iniciativa con la que intenta postergar el apagón analógico.
Pero este hecho traería repercusiones a la competencia en la televisión abierta y sobre todo a Cadenatres en su inicio en México.
El Senado deberá entonces debatir sobre los beneficios de retrasar un año el apagón, sobre los costos de re-encendido; sobre devolución de espectro y también considerar temas como el del must carry y must offer, además de la competencia en TV abierta donde ahora sólo Televisa y TV Azteca se disputan ese mercado.
“Además de Cadenatres, los radiodifusores que ya apagaron la señal analógica pueden verse afectados. El presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga, declaró que mantener la transmisión simultánea de señales analógicas y digitales implica un costo, por lo tanto, ordenar la resurrección de las señales analógicas en áreas que ya transitaron impondrá este costo”, comentó Jesús Romo, director de la firma Telconomia.
Por otro lado, “retrasar el apagón generará una asimetría entre Cadenatres, que nunca operó a nivel nacional señales analógicas y sus competidores TV Azteca y Televisa, que sí recibieron concesiones para sus transmisiones analógicas.
Debe recordarse que Cadenatres podrá beneficiarse del must carry en plataformas terrestres, pero a nivel satelital no podría si no tiene un 50% de cobertura de audiencias”, añadió el experto.
¿Qué se gana y qué se pierde con retrasar el apagón analógico?
El Senado debe evaluar de qué manera se afecta a la competencia en el negocio de la TV abierta con la propuesta del PAN, porque ésta permitirá que el mercado se quede como está un año más, estimó Aleida Calleja, coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Regulación Medios y Convergencia.
“Si se posterga un año más, como dice el senador (Javier Lozano), pareciera que siguen con un boicot contra el apagón, tratando de alargar más la entrada de otros competidores. Esto es un tema de competencia, ese es el trasfondo, no lo veo de otra manera”, dijo la experta recientemente.
La propuesta del PAN debe ser bien analizada por las distintas fuerzas políticas en el Senado, porque genera asimetrías en contra de Cadenatres.
“Ordenar la restauración de señales analógicas generaría una asimetría con Cadenatres y sus competidores que han recibido en el pasado licencias analógicas. Aquí las iniciativas no permiten ver qué se haría en este caso donde una cadena ya devolvió sus licencias, o cómo se apoyarían a permisionarios que ya transitaron y ahora se les obligaría reestablecer las transmisiones simultáneas”, dijo Jesús Romo, de Telconomia y añadió:
“Para la TDT es clave la planeación de la política pública: si el Congreso sólo cambia la fecha límite pero mantiene las atribuciones dadas por la Constitución al IFT y el Ejecutivo, éstos podrían completar el apagón escalonadamente incluso este mismo año, pero si cambia facultades y ordena cambios mayores como eliminar el escalonamiento del apagón, o pide esquemas que necesitan más recursos públicos sin garantizarlos, entonces la transición estará en un esquema con alta incertidumbre”.
El Economista