Hace una década, a sus 75 años, Doris Payne juró que pondría fin a una vida entera de hurtar joyas en dos continentes. Varios arrestos después, en el 2013, volvió a jurar que dejaría atrás esa vida, informó la Agencia AP.
La policía informó que Payne, ahora con 85 años, volvió a caer: recientemente fue arrestada y acusada de embolsarse un par de aretes de 690 dólares de la tienda departamental Saks Fifth Avenue en Atlanta.
Payne aceptó haber cometido una cantidad innumerable de robos en seis décadas en Estados Unidos y Europa, y ha hablado de sus tretas en entrevistas con medios de comunicación a lo largo de los años.
Un guardia de seguridad que observaba un video de vigilancia vio a Payne entrar a la boutique Christian Dior en el interior de la elegante tienda departamental y tomar los aretes de un escaparate horizontal antes de irse rápidamente, reportó la policía. Fue arrestada en el centro comercial y los aretes fueron hallados en su bolsillo, indicaba el informe.
Se enfrenta a un cargo por robo y quedó fichada en la cárcel del condado Fulton. También es buscada por un cargo similar en Mecklenberg, North Carolina, y se enfrentará a extradición, dijo la policía.
Hija de un minero de carbón analfabeto, Payne nació en Slab Fork, West Virginia. Cuando tenía 23 años salió de una joyería en Pittsburgh con un diamante valorado en 22.000 dólares, lo que dio inicio a su carrera criminal que la pondría tras las rejas en múltiples ocasiones, incluido un periodo de cinco años en una cárcel de Colorado, le dijo a The Associated Press en el 2005. Desde la década de los 1970, la Alianza de Seguridad de Joyeros envió boletines advirtiendo sobre ella.
A lo largo de los años, las autoridades dicen que ha utilizado por lo menos 22 alias y probablemente se ha salido con la suya en más crímenes que aquellos por los que la han detenido.
Payne sobresale de todos en el olimpo de ladrones de joyas, dijo el presidente de la Alianza de Seguridad de Joyeros, John J. Kennedy.
“Es muy raro que un criminal tenga una carrera tan larga”, agregó.