¿De dónde sacas ideas para tu disfraz en la Noche de las Brujas? ¿Las redes sociales, los almacenes de fantasía o los temas de actualidad?
Mientras los niños salen a pedir caramelos la noche de Halloween vestidos de superhéroes, fantasmas o personajes de tiras cómicas, los adultos buscan disfraces más conceptuales para los bailes y fiestas de máscaras.
Pero a veces la “originalidad” raya en lo políticamente incorrecto, el racismo o, simplemente, el mal gusto.
Obviamente, lo que determina el impacto de un disfraz tiene mucho que ver con el contexto, el entorno cultural y la época.
Pero este año han salido al mercado unas cuantas opciones que han generado comentarios airados en las redes sociales.
Aquí un recorrido por algunos de los más controversiales que podrías encontarte este Halloween.
Figuras públicas
Muchos han manifestado su descontento con el disfraz de Caitlyn Jenner, el otrora campeón olímpico Bruce Jenner que se cambió de sexo, basado en la portada de julio de la famosa revista Vanity Fair.
Los comentarios no solo tildaron el disfraz de una mala idea sino de repugnante y como un insulto a la lucha personal de Jenner con su identidad sexual.
Y se abrió incluso una solicitud online para que los fabricantes descontinúen el atuendo.
Aunque uno de los almacenes que lo vende, Spirit Halloween, no dudó en defender el producto.
“Creamos una amplia gama de disfraces que suelen estar basados en celebridades, figuras públicas, héroes y superhéroes. Estimamos que Caitlyn Jenner es todo lo anterior y que ella debe ser celebrada”, se justificó.
El caso Jenner es especial por lo complejo y porque también implica a una minoría. Pero, en general, las figuras públicas son consideradas blanco justo.
Es por eso que las máscaras del candidato republicano a la presidencia de EE.UU. Donald Trump, se están vendiendo como “pan caliente” en México, donde muchos quieren cobrarse con un poco de burla las expresiones insultantes del multimillonario.
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Y es posible que el empresario y político estadounidense se sienta complacido de que su imagen esté generando tan buen negocio.
Pero tal vez no con que la competencia venga de otro multimillonario –de los “malos”, como diría Trump– y mexicano, para peor de colmos: Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La insólita y escandalosa fuga del líder del cartel de las drogas de Sinaloa, de una cárcel de máxima seguridad, le ha dado a este delincuente un aura digna de ser reproducida en una muy popular máscara de Halloween.
Es cierto que hay ambigüedad en torno al significado de El Chapo, pero hay quienes critican que se esté celebrando más al héroe que condenando al villano.
¿Celebración u oportunismo?
Otro evento que causó conmoción internacional fue la matanza de un dentista cazador estadounidense del león Cecil en Zimbabue, el 1 de julio.
Y la empresa Costumeish sacó al mercado para este Halloween un disfraz que incluye una cabeza de felpa de león acompañada de una bata de dentista y guantes de cirugía salpicados en sangre.
La explicación que dan los productores es que la idea está basada en lo que la gente busca en internet.
Pero la organización defensora de los derechos de los animales, Born Free, se quejó de que el disfraz “trivializa” la matanza de un animal que podría pronto estar en extinción.
Mucho tiene que ver con las tendencias o el “trending” en las redes.
Basados en esas tendencias, otros disfraces han sido ideados, como el llamado uniforme antiséptico contra el ébola para enfermera “sexy”.
O si uno se fija en el otro lado del espectro médico, también está la polémica por el disfraz de “Anna Rexia”.
Este es un sexy vestido negro cubierto con dibujos de huesos. Y fue, duramente criticado por una joven que padece anorexia.
“Sé que se supone que es divertido y lo entiendo, pero en serio, no es gracioso. La anorexia es real, es mortal, y no debe ser comercializada como un traje de zorra”, dijo Jessi Davin.
Prejuicios y estereotipos
Es prácticamente imposible no insultar a un individuo o algún grupo o colectivo con la selección de disfraz. Pero varias comunidades se han quejado de un prevalente prejuicio histórico.
En ese sentido, en años recientes se ha vuelto poco recomendable optar por disfraces de etnias o nacionalidades, especialmente las que promueven los estereotipos.
Es por eso que el disfraz de indígena con sus flechas y adornos de plumas o del mexicano con poncho, sombrero y bigotazo están empezando a desaparecer de las fiestas de Halloween en Estados Unidos.
Pero aun así, algunas cadenas de almacenes siguen con ofertas desatinadas que, eventualmente tienen que sacar de circulación.
Tal es el caso de la empresa Walmart, una de las cadenas más grandes de EE.UU., que se vio obligada a retirar del mercado los disfraces de un niño soldado israelí con metralleta Uzi en mano y de un árabe completo con kuffiya (pañuelo tradicional) y nariz prostética encorvada.
El sitio web de Walmart describió la nariz de látex como “perfecta para un jeque árabe”.
Pero el Comité Antidiscriminación Árabe-Estadounidense (ADC, por sus siglas en inglés) catalogó las vestimentas como “disfraces racistas antiárabes”.
El presidente del ADC dijo que “la venta de mercancía que se burla de árabes, o de cualquier raza o etnia, no puede ser tolerada“.
Tristemente, esas denuncias no han frenado la producción ni popularidad en el pasado de algunos disfraces como, por ejemplo, el del árabe con un cinturón de dinamita amarrado al vientre.
Libre expresión y mal gusto
La constitución de Estados Unidos defiende la libertad de expresión, así que ese tipo de disfraces, por insultantes que sean, continuarán estando en los escaparates y vitrinas, siempre y cuando vendan.
En el ámbito comercial parece que no hay límite en los extremos que se pueden alcanzar. Si bien no se es racista o políticamente incorrecto, hay mucho margen para lo desagradable.
Disfraz de árabe y niño israelíImage copyrightTwitter
Image captionLos disfraces de Walmart fueron tan criticados en las redes que la cadena los retiró del mercado.
Para suplir este mercado, una empresa de trajes de fantasía online en Reino Unido ha sacado su línea de “disfraces de mal gusto”.
Joker’s Maquarade anuncia y despliega, sin pelos en la lengua, sus oferta “chocante”, que incluye el traje condón, el pene gigante, el tampón manchado, la plasta de excremento o el oso pedófilo.
¿Qué pasó con el tradicional disfraz de bruja de piel verde, verrugas en el mentón, sombrero de pico y escoba de millo?
Es posible que, en su última convención, se hayan quejado de estar injustamente representadas en la Noche de Brujas… ¡perdón! Noche de Halloween.
BBC Mundo/Animal Político