El presidente de Rumania, Klaus Iohannis, declaró este sábado que hay “indicios” de que se incumplieron las reglas de seguridad vigentes en el centro nocturno Colectiv, ubicado en la capital rumana, cuando la banda Goodbye to Gravity ofrecía un concierto la noche del viernes y causó la muerte de 27 personas y cerca de 200 heridos, jóvenes en su mayoría.
“Ya tenemos indicios que muestran que la reglamentación legal no se respetó. Estoy triste y conmocionado, pero también indignado de que una tragedia de tal alcance haya podido producirse en pleno Bucarest”, expresó el mandatario en conferencia de prensa.
Por ello, el gobierno rumano decretó un duelo nacional de tres días a partir de este sábado y el primer ministro, el socialdemócrata Victor Ponta, convocó una reunión de ministros por la mañana en la sede de gobierno para evaluar el insidente.
En recinto se encontraban hacia las 23 horas locales cientos de jóvenes, entre 200 a 400 según diferentes testimonios, para ver a la banda de hard rock Goodbye to Gravity, que promocionaba su más reciente disco.
Tras producirse una explosión durante un espectáculo pirotécnico, según testigos citados por los medios locales, se desencadenó un violento incendio que provocó el pánico general entre la multitud.
Varios personas fueron aplastadas por la multitud que intentaba salir a toda prisa del club nocturno, mientras que otras sufrieron intoxicaciones de monóxido de carbono.
El bajista y el cantante del grupo figuran entre los heridos, según información del canal de televisión local Antena 3.
“La gente se desmayaba a causa del humo. Era un caos total, la gente se pisoteaba”, declaró Victor Ionescu, un testigo de la tragedia, al mismo canal.
El fuego se propagó “en un lapso de 30 segundos. La gente no lograba salir de la discoteca porque solo había una puerta de salida abierta y se produjo inmediatamente una estampida”, relató otro testigo, Alain Panduru, al portal de noticias en línea HotNews.
De acuerdo a varios medios, la segunda puerta de salida se encontraba cerrada en el momento del siniestro.
El viceministro del Interior, Raed Arafat, reportó que 27 personas, la mayoría jóvenes y adolescentes, perdieron la vida en el incendio. Once de ellas todavía no fueron identificadas. Resultaron heridas unas 200 personas, de las cuales 146 estaban aún hospitalizadas el sábado.
La Jornada