Corre por los 43 en Nueva York

En el kilómetro 41 del maratón de Nueva York le dio un calambre en la ingle a José Antonio Tizapa, caminó unos minutos y pensó que no terminaría la carrera, pero recordó que en la meta lo esperaba el retrato de su hijo Jorge, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

Los retratos de los jóvenes aparecieron a lo largo del trayecto de su primer maratón, el cual corrió con un jersey que decía “Mi hijo es tu hijo y tu hijo es mi hijo”.

“Esto forma parte de mi protesta silenciosa para que me regresen a mi hijo y al resto de los muchachos, y pedir justicia por los muchachos caídos el día 26 y por los heridos, que uno está en coma y otro necesita reconstrucción facial”, explicó vía telefónica.

Desde el año 2000, el señor de 47 años dejó su natal Tixtla, en Guerrero, para dedicarse a la construcción en Nueva York. La última vez que habló con su hijo fue tres días antes de los hechos de Iguala.

Por no tener documentos, José Antonio no participa en las marchas de los demás padres en México, pero quiso llevar al ámbito deportivo su reclamo.

“Fue algo sorprendente, mucha gente que ni conozco me gritaba ‘vamos paisano’, ‘Ayotzi vive’, ‘vivos los queremos’ y cosas parecidas”, cuenta.

Este apoyo y pensar en el retrato de su hijo le dieron fuerzas para correr de nuevo tras el calambre y terminar en 3 horas y 44 minutos el maratón en el que hubo más de 70 mil participantes.

“Me di cuenta que mi protesta silenciosa no lo es tanto, atrás viene un grito de exigencia para la presentación de los muchachos”, reflexionó