Los cárteles del narcotráfico tienen presencia en un total de 29 estados del territorio nacional, así como en el Distrito Federal, encontrándose Chihuahua dentro de las entidades federativas que más son asediadas por los grupos delincuenciales dedicados a la delincuencia organizada.
Lo anterior responde a la información erogada por la Subrocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de acuerdo con el mapa estratégico de la institución, en el cual se registra el alcance geográfico de todas las organizaciones criminales en México.
El 94 por ciento del territorio nacional se encuentra asediado por el crimen organizado, encontrándose los estados con la participación de dos o más cárteles que se disputan por el territorio estatal, traduciéndose la disputa en ejecuciones y violencia extrema. Entre los estados mencionados se tiene a Guerrero, Michoacán, Estado de México, Tamulipas, Chihuahua, Sonora, Sinaloa, Durango, Baja California Norte, Veracruz, Jalisco, Nuevo León, Morelos, San Luis Potosí, Aguascalientes y Nayarit.
Según la SEIDO, los grupos con mayor capacidad de reproducción por medio de brazos armados y cuadrillas son el Cártel de Sinaloa de Joaquín El Chapo Guzmán; Guerreros Unidos, vinculados a la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, pero también se destaca a los cárteles de Juárez y de los Beltrán Leyva.
De las cuatro organizaciones ya mencionadas —Pacífico, Beltrán, Guerreros y Juárez— se han desprendido un total de catorce células. Sin embargo, el predominio territorial es conservado por el cártel de Guzmán Loera.
Del Cártel de Juárez, en cuanto al caso estatal, brotaron Los Aztecas, con gran influencia en pandillas organizadas al interior de penales federales y otras cárceles locales. Y también inclinada al enganche de menores de edad, pues “representan mano de obra barata y son fáciles de reemplazar”.
Con información de La Crónica