Ethan D’Amato, un niño de once años se negó a someterse a una cirugía donde le extirparían dos tumores que tiene en la mitad de su rostro pues esto pudo haberle costado su sonrisa.
El menor padece ‘neurofibromatosis tipo uno’, lo que significa que nació con varios tumores faciales, pero tras ser examinado por médicos del Hospital de Niños de Dallas, aún con la mitad del rostro desfigurado, no aceptó la operación. ¿Por qué?
La cirugía se practicaría bajo el riesgo de dañar sus nervios y perder la capacidad de reír y sonreír. “Llevaría una vida gris, ni si quiera podía imaginarlo. Una vida con tumores es mejor que una vida sin sonreír“, dijo.
Ethan creó folletos para repartirlos en su escuela y en la calle con la intención de explicarle a las personas su condición y ayudar a otras que padecen la misma enfermedad.
Información tomada de: SDPnoticias