El despojo de las tierras indígenas para los intereses de inversionistas es un tema que prevalece en la zona Tarahumara. Nuevamente la comunidad de Mogótavo ve pisoteados sus derechos humanos y denuncian complicidad de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Los hechos específicos que denuncian los habitantes de la comunidad indígena, tienen que ver con el freno de una obra ejecutada por la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), la cual fue suspendida a favor de un grupo de inversionistas inmobiliarios.
La obra tenía un avance del 50 por ciento, por lo que se solicitó a la JCAS información de las razones por las cuales fue suspendido el proyecto, indicando que esto se realizó por instrucciones de la delegada estatal, Azucena Ruíz.
Los pobladores denunciaron tráfico de influencias dentro de la dependencia que supuestamente aboga por los derechos de los indígenas y solicitaron la renuncia de la delegada.
La delegada les señaló que la decisión de suspensión obedeció a que el territorio de la comunidad se encuentra en controversia con un grupo de inversionistas inmobiliarios, lo cual contraviene las reglas de operación institucionales.
Con anterioridad, los habitantes de Mogótavo se han visto despojados de sus tierras por las autoridades estatales, mismas que han emprendido una serie de desarrollos turísticos en territorios que no les pertenecen y han afectado el desarrollo de los pueblos.
El desarrollo turístico que más ha afectado a los pobladores es la construcción del parque de aventura, en las llamadas barrancas del cobre, lo cual ha destruido sus viviendas y los ha obligado a desplazarse.
Para leer más sobre el proyecto turístico en Barrancas del Cobre y el despojo de las tierras indígenas de clic aquí: http://entrelineas.wpengine.com/local/2015/05/28/proyectos-turisticos-el-despojo-de-nuestros-indigenas/