Las 10 cosas que nunca debes contarle a tu pareja

Para nadie es un secreto que para ser feliz en una relación de pareja se necesita algo más que amor. La tolerancia y el respeto son los pilares que le siguen al sentimiento y en este sentido, se debe ceder los intereses y gustos de cada quien para lograr acuerdos o desiciones que lleven a un beneficio común. De hecho esta no es la tarea más difícil, el reto ni siquiera estar en qué hacer para mejorar la relación, sino en qué no comunmente hacer para debilitarla o marcarla para siempre, reportó SDP Noticias.

Es esto justamente lo que producen las palabras y comentarios imprudentes o hirientes que en muchas ocasiones, producto de la rabia o el orgullo se lanzan sin mayor juicio y causan daños a veces irreparables. Mucha sabiduría existe alrededor de este debate, entre ella, prima la idea de pensar antes de actuar o simplemente ser ético al momento de decidir pensando en función del otro.

Por tal razón este listado podrá ayudarte a reflexionar sobre esas frases que no deben pronunciarse y experiencias que has vivido que no debes contar porque antes que beneficiar tu relación, la pueden poner en cuestión.

1. Si has sido infiel a tu ex. Confesarle a tu pareja que alguna vez le fuiste infiel a un ex con otra persona no es lo más indicado. Este aluvión de sinceridad es el primer paso para desatar la desconfianza de tu nuevo amor: si ya lo ha hecho antes, ¿por qué no lo va a hacer conmigo?. Convencerle de que esta relación nada tiene que ver con la anterior será un imposible. Mejor ahorrarse esta información.

2. Tus inseguridades y debilidades. Tienes que proteger tu mundo íntimo. Dar demasiada información sobre tus puntos débiles, ya sean emocionales, físicos o a cualquier nivel, puede resultar un arma para tu pareja que empleará en una pelea o en beneficio propio en contra tuyo.

3. Tus pensamientos más íntimos. Es importante construirse un mundo interior firme y propio, manejado por uno mismo, y en el que no se incluya a nadie. Hay que reservarse ciertas cuestiones, como pensamientos y emociones para uno mismo, y protegerlos.

6. Las relaciones sexuales que has mantenido y los detalles de las mismas. Por más que lo quieras tratar como una anécdota, resulta innecesaria exponerte de ese modo y exponer tu relación al número de amantes que has tenido. Los detalles a este respecto también sobran. Él sabe que no le conociste virgen, pero hay información que es mejor no compartir, porque sólo dará pie a la especulación, a la desconfianza y a las conclusiones erradas y subjetivas.

7. Contar las intimidades de tus amigos. El mundo paralelo que creas con tus amistades debe quedar entre tú y ellos. Cuándo un amigo te cuenta algo en confidencia, es importante mantener ese vínculo que has creado de confianza no aireando su intimidad a nadie, ni siquiera a tu novio o esposo. Dar demasiada información de tus amigos puede provocar que él les juzgue con severidad o empiece a verles con otros ojos cuando, la información que ha obtenido por tu parte no deja de estar descontextualizada.

8. Las virtudes de tus ex. Los comentarios positivos sobre tus anteriores parejas son prescindibles. Alabar a tu anterior compañero puede provocar inseguridad en tu nuevo amor. No le compares, tampoco hagas excesivos comentarios negativos, porque para tu nueva pareja puede resultar brusco ver cómo te refieres a alguien a quien quisiste en el pasado.

9. Que algún amigo te ha echado los perros en algún momento. Por más que tú le des poca importancia y que ya no haya ningún tipo de interés de tú amigo hacia ti, esto solo motivará la desconfianza de tu pareja. El desenlace más probable será obligarte a romper la relación de amistad que mantienes con esa otra persona por su inseguridad. Evíta este trance no dando demasiada información del pasado, si no centrándote en el presente y en la relación de amistad que mantenéis a día de hoy.

10. Lo que opinas sobre su madre. No de forma explícita, menos cuando tu percepción de ella es negativa. Ser demasiado sincera a este respecto puede generar un mal ambiente entre tu pareja y tú. Y, por supuesto, no le pongas nunca en la situación de tener que elegir entre su madre y tú.