El presidente de Francia, François Hollande, anunció que intensificará sus operaciones militares contra el Estados Islámico (EI) en Siria y pidió medidas excepcionales al Parlamento “contra el terrorismo de guerra”, informó la Agencia EFE.
Además, dijo que se prolongará el estado de emergencia durante tres meses.
“Tenemos que hacer evolucionar nuestra Constitución para permitir a los poderes públicos actuar, respetando el Estado de derecho, contra el terrorismo de guerra”, señaló Hollande en un discurso solemne ante las dos cámaras parlamentarias reunidas en Versalles.
Lo justificó porque tanto el régimen del estado de emergencia como el de estado de sitio “no están adaptados a la situación que vivimos”, porque “estamos en guerra, pero de otro tipo ante un actor nuevo (el terrorismo), lo que requiere una reforma constitucional”.
“Los autores de esos atentados deben saber que Francia ha derrotado a adversarios más temibles que estos cobardes asesinos (…) Quienes han desafiado a Francia han acabado siendo los perdedores de la historia y volverá a ser así”, aseguró Hollande.
Su propuesta es “disponer de una herramienta apropiada para adoptar medidas excepcionales durante un periodo de tiempo limitado y sin comprometer las libertades públicas”.
Pidió a los diputados y los senadores que la reforma “se pueda adoptar lo más rápido posible” y explicó que, entretanto, su Gobierno adoptará este miércoles en consejo de ministros un proyecto de ley para prolongar durante tres meses el estado de emergencia, en vigor desde la noche del viernes como primera respuesta a los atentados.
Puntualizó que se adaptará el estado de emergencia “a las nuevas tecnologías y a las amenazas” terroristas, porque la ley que lo regula actualmente, que data de 1955, está desfasada.
Presentó también una serie de disposiciones que endurecen el tratamiento jurídico del radicalismo y el terrorismo, empezando por la retirada de la nacionalidad a quienes tengan doble nacionalidad y sean condenados por una serie de delitos que atenten contra el Estado o contra sus valores fundamentales.
Se impedirá la entrada a Francia a los binacionales que presentan un riesgo terrorista y se expulsará “más rápidamente” a los extranjeros que suponen una amenaza.
En una línea paralela “se aumentarán significativamente las penas” por tráfico de armas y se reforzarán “sustancialmente” los medios de la justicia y de las fuerzas del orden.
El mandatario adelantó que solicitará una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Francia es miembro permanente, para adoptar una resolución que manifieste la “voluntad común de luchar contra el terrorismo”.
A su vez, Holland dijo que se reunirá en los próximos días por separado con los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin, respectivamente, para planificar una estrategia contra el Estado Islámico.
“En Siria, buscamos incansablemente una solución política, en la que Bashar al Assad no puede constituir una salida, pero nuestro enemigo en Siria es Daesh (acrónimo árabe del EI)”, dijo Hollande, cuyo discurso fue aplaudido de pie por los legisladores, que luego entonaron una Marsellesa al unísono.
Hollande indicó que el portaaviones ‘Charles de Gaulle’ zarpará el jueves con destino al Mediterráneo oriental, lo cual triplicará la capacidad bélica de Francia.
“No habrá ni tregua ni respiro”, advirtió.
Según Hollande, los atentados en París que dejaron por lo menos 129 muertos fueron decididos y planificados en Siria, preparados y organizados en Bélgica y perpetrados en suelo galo con complicidades francesas.
“Siria se ha convertido en la mayor fábrica de terroristas”, sentenció en su discurso, de algo más de media hora de duración.