Los científicos han sido testigos de un fenómeno espacial maravilloso: por primera vez en la historia se ha podido ver cómo nace un planeta nuevo, publica el medio internacional HispanTV.
Durante mucho tiempo los astrónomos han estudiado los procesos de formación planetaria y entre los 1900 exoplanetas descubiertos en los últimos años se han observado discos de transición en torno a estrellas con planetas muy jóvenes o recién nacidos.
Pero lo que anuncia el miércoles un equipo de astrónomos en la Universidad de Arizona (EE.UU.) va un paso más allá. Analizando las observaciones del gran telescopio binocular situado en Arizona y los telescopios Magallanes de Chile, han detectado una serie de variaciones en las nubes de polvo y gas en torno a la estrella LkCa 15 que muestran por primera vez el nacimiento de un planeta.
El nuevo planeta, que se formó alrededor de la LkCa 15, está a alrededor de 450 años luz de la Tierra. Este reciente descubrimiento ilustra cómo las rocas llegan a crecer hasta 14 veces, atrayendo el polvo estelar, según informa la revista Nature.
“Es la primera vez que captamos la imagen de un planeta que aún se está formando”, ha asegurado Stephanie Sallum, una de las investigadoras de la universidad.
Cuando una estrella nace, como ocurrió con nuestro Sol, se forma a su alrededor un disco de gas y polvo en el que se van formando lentamente los planetas. En ocasiones, en estos discos de transición es posible observar zonas de aclarado que se atribuye a la presencia de planetas en formación que van arrastrando el material de la nube a su paso.
Eso es lo que vieron Sallum y su equipo al fijarse en una pequeña estrella en formación en la constelación de Tauro, con la particularidad de que detectaron emisiones de hidrógeno a altísimas temperaturas (a unos 9700 grados Celsius) que indican no solo que el planeta LkCa 15 b – anteriormente descubierto – acaba de nacer, sino que tiene varios acompañantes y se están formando al mismo tiempo.
Los autores insisten en que se trata de la primera oportunidad para observar directamente este tipo de formaciones, uno de los fenómenos más interesantes en astronomía y que nos puede dar datos sobre cómo se formó nuestro propio Sistema Solar.