Un preso en Georgia cuya ejecución está prevista para este jueves le fue negada su solicitud de 6 cervezas en vez de comida como su última voluntad, ya que el alcohol es un artículo de contrabando.
Marcus Johnson, de 50 años, recibirá el mismo menú que el resto de reos en el corredor de la muerte: pescado al horno, sémola de queso, fríjoles, ensalada de col, galletas de postre y, como bebida, ponche de frutas.
En Estados Unidos lo presos condenados a muerte tienen derecho a elegir su última comida, los cuales en su mayoría optan por hamburguesas, papas fritas, pizza o refrescos, entre otros lamentos similares.
Johnson fue condenado por el asesinato en 1994 de Angela Sizemore, una mujer que conoció en un bar y que apareció a la mañana siguiente desangrada en el aparcamiento de un complejo de apartamentos.
De acuerdo con los testigos, la joven estaba en estado de embriaguez, y ambos salieron juntos del local, cuando la policía lo arrestó, Johnson reconoció haber agredido a la mujer, pero negó el asesinato.
La ejecución está programada para las 18:00 horas en la prisión de Jackson con la inyección letal.
Con información de MVS