El Estado Islámico (EI) tenía planeado atacar la sede de la cumbre del G-20 que se realizó el fin de semana pasado en en la ciudad de Antalya, en Turquía, unas semanas después de los atentados terroristas llevados a cabo en la capital Ankara en los que perdieron la vida al menos 102 asistentes, quienes realizaban una manifestación por la paz, informó la Agencia Notimex.
Lo anterior se desprende de información encontrada en una computadora personal confiscada a Yunus Durmaz, uno de los cerebros de los actos terroristas, luego de un operativo que autoridades turcas realizaron en su domicilio. De acuerdo con la policía, la cumbre del G-20 era el siguiente paso luego del ataque en Ankara, e incluso miembros del grupo armado habían realizado “exploraciones” en los hoteles donde días después se alojarían los jefes de estado reunidos.
Además de la computadora, las fuerzas de seguridad encontraron seis fusiles AK-47, una pistola, 22 granadas de mano y numerosas municiones en una bodega del domicilio, ubicado en la ciudad de Gaziantep, cerca de la frontera con Siria.
Luego de advertir del peligro, la Fiscalía turca alertó a la policía nacional, que reforzó las medidas de seguridad en toda la ciudad donde se celebró la cumbre, desplegó a más de 12 mil elementos, blindó un espacio de 10 kilómetros con mallas y prohibió los vuelos en la zona. Estas acciones evitaron que el EI pudiera acercarse al área donde se llevó a cabo la reunión internacional.