La Reforma Educativa y los exámenes al desempeño, no pretenden golpear a los docentes, ni “correrlos” de su trabajo o afectar sus derechos laborales, pues se busca además “humanizar” las evaluaciones que se aplican.
Así coincidieron las y los integrantes de la Junta Directiva del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE, al participar en el panel denominado “Balance y retos de la evaluación de la educación obligatoria en México”.
Esta intervención, ante varios cientos de asistentes, se dio dentro de la serie “Conversaciones Educativas”, que son parte de las actividades del XIII Congreso Nacional de Investigación Educativa, el cual se desarrolla en el Centro de Convenciones de la ciudad.
La presidenta consejera del INEE, Sylvia Schmelkes del Valle, destacó algunos de los puntos básicos de las evaluaciones que se llevan a cabo actualmente, como el hecho de que el fin principal, es que son para lograr mejorar la calidad de la educación en México y no para sancionar o afectar derechos del magisterio .
Destacó igualmente que se busca la equidad en los servicios educativos; que son justas y técnicamente sólidas; que valoran y atienden la diversidad y además, que en sus resultados hay transparencia.
A su vez la consejera Teresa Bracho González recordó que en las políticas de aplicación de las evaluaciones, intervenían muchas instancias y autoridades de distintos niveles, por lo que se buscó “construir una cancha que no existía; un terreno parejo” y de ahí se derivó la creación del INEE como órgano autónomo e independiente del gobierno.
Recalcó que en México no existía un órgano adecuado que permitiera una justa evaluación para poder fortalecer la profesión docente en el país, por lo que se tuvo que cambiar la visión patrimonialista que se tenía en la asignación de plazas en el sistema educativo, retomando el Estado su control y rectoría, por lo que ahora la asignación de éstas se da por méritos profesionales y capacidades de las y los docentes beneficiados.
Recordó que apenas en junio pasado, por vez primera en México, los nombramientos de promoción o permanencia para cargos directivos de escuelas, se dieron mediante concursos abiertos, previa convocatoria y ya no por escalafón.
En su intervención, Eduardo Backhoff, otros de los consejeros del INEE, recalcó que la cultura de la evaluación, se ha instalado ya para quedarse y formar parte de la dinámica común de la educación en el país.
Manifestó que estas son ahora el referente más importante para determinar la calidad de los sistemas educativos en los países y sirven también para conocer, por ejemplo, las tendencias de los aprendizajes y el progreso de los alumnos.
Consideró que en las pruebas aplicadas al estudiantado, se deben revisar cuidadosamente las habilidades y capacidades de los y las estudiantes y optar porque en los exámenes, las respuestas de quienes son evaluados, sean directicas, no se opción múltiple.
Por su parte otra de las consejeras del organismo, Margarita Zorrilla, recordó lo señalado por la propia Ley General de Educación, en el sentido de que son las autoridades de todos los niveles, las principales responsables de crear las condiciones más propicias para lograr el ejercicio pleno del derecho a la educación de las mexicanas y mexicanos.
De igual forma para el consejero Gilberto Guevara Niebla, la evaluación por sí misma, no mejora la educación, pero es un buen referente y herramienta para ello.
Puntualizó que esta debe ser formativa y no punitiva (que castigue) y contribuir a la equidad, la inclusión, atender a la diversidad y propiciar mejores ambientes de convivencia en las escuelas y entre los integrantes de las comunidades educativas.