Cuando se trataba de saciar sus más bajos instintos, Charlie Sheen no dudaba en desembolsar altas sumas de dinero para organizar fiestas orgiásticas en su mansión de Beverly Hills y en diversos hoteles de Los Ángeles, que no le pedían nada a las tramas de las películas pornográficas profesionales, pues en ellas llegaban a participar “hasta 50 personas”.
Además el actor solía ser muy generoso con las prostitutas que aceptaban tener relaciones sexuales sin protección, tras convencerlas con hasta 10 mil dólares extras a sus honorarios previamente acordados, según publicó Excélsior.
Así lo revelaron respectivamente Sham Ibrahim, un travesti conocido en Hollywood y la “madame” de Manhattan Anna Gristina, quien abastecía con meretrices de lujo al actor protagónico de la serie “Two And A Half Men”.
“Charlie organizaba fiestas muy salvajes y pornográficas con hasta 50 personas y que duraban horas y horas. Y él siempre estaba listo… Le gustan todo tipo de fetiches y manías. Le encantan las chicas transexuales, los vibradores, el sadomasoquismo y el cuero”, reveló Ibrahim a Radar Online.
“Él les daba un extra de entre 5 mil y 10 mil dólares por tener sexo sin protección… Algunas aceptaban porque esperaban quedar embarazadas y otras simplemente lo hacían para complacerlo y que volviera a reclamar sus servicios”, aseguró Gristina a Page Six.
Por su parte, Ibrahim precisó que a Sheen le gustaba “rodearse de hombres actractivos que disfrutaran del mismo tipo de entretenimiento sexual que él”, aunque dejó claro que el actor no es gay.
Mientras que Gristina advirtió que “él se contagió con alguna de estas chicas”, ya que la gran mayoría trabaja en la industria del porno, y a su vez “puede haber contagiado a docenas de chicas”.