Luego de un operativo en el Valle de Juárez y tras recibir una denuncia anónima, agentes de la Policía Federal y de la Procuraduría General de la República (PGR), ubicaron y destruyeron dos pistas clandestinas utilizadas por miembros del crimen organizado.
En el aseguramiento de las pistas que son usadas para el aterrizaje de avionetas que transportan droga, también participaron elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Las pistas estaban ubicadas en el paraje conocido como Boquilla del Cuervo, cerca del poblado de El Faro, municipio de Guadalupe Distrito Bravos y cerca del municipio de Ojinaga, a unos metros de la frontera entre México y los Estados Unidos.
La primera tenía una extensión de 180 metros de largo por 15 de ancho, mientras que la segunda medía 220 metros de largo por 12 de ancho.