Tras ser atropellada en Rostov, una región del suroeste de Rusia, Shavi terminó con dos de sus patas rotas y múltiples heridas. Agonizante, fue conducida al veterinario, donde buscaron a una persona que pudiera cuidarla hasta su completa recuperación, reportó ABC.
Nina Baranovskaya, una mujer de 26 años, fue la única que respondió a la solicitud y ayudó a Shavi a volver a caminar, además de brindarle techo y comida. Desgraciadamente, la chica no podía quedarse permanentemente con ella y la llevó a casa de unos amigos.
Sin embargo, días después, Shavi abandonó su nuevo hogar y emprendió un viaje de 320 kilómetros (toda una semana para un perro), con tal de volver a encontrarse con Nina.
La sorpresa llegó cuando la perra tocó la pierna su dueña durante uno de sus paseos para avisarle que había vuelto. El gesto fue como decirle: “¿por qué me abandonaste?” y suficiente para que Baranovskaya buscara un cuarto más grande que le permitiera vivir con su nueva amiga sin tener que separarse jamás.