El presidente ruso, Vladimir Putin, llamó a la comunidad internacional a cortar las vías de financiación del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), entre ellas el robo y la venta de objetos históricos.
“Esperamos que la comunidad internacional logre aunar esfuerzos para cortar los canales de financiación de los bandidos”, declaró el lunes el jefe del Kremlin durante su intervención en el acto inaugural del Foro Internacional de la Cultura en San Petersburgo, capital cultural de Rusia.
Afirmó que el robo de objetos históricos y su venta, junto al tráfico de drogas y de petróleo, son las principales fuentes de ingresos de los extremistas como el grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
El mandatario ruso pidió, además, un esfuerzo colectivo para preservar el patrimonio cultural en las zonas de conflicto como Siria, en donde grupos terroristas como el EIIL están destruyendo monumentos históricos y saquean artefactos de gran valor.
Elogió, asimismo, el aporte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) y su directora general, Irina Bokova, a la hora de promover la resolución presentada por Moscú al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que prohíbe la venta de antigüedades y objetos culturales que son utilizados para la financiación de terroristas.
La Unesco ha advertido en varias ocasiones de la destrucción y el saqueo del patrimonio cultural en los países árabes, tanto en Irak y Siria (en manos de los terroristas de Daesh), como en Yemen (bombardeado por el régimen saudí).
Más de 900 monumentos y sitios arqueológicos han sido saqueados, dañados o destruidos en cuatro años de guerra civil, ha informado la Asociación para la Protección de la Arqueología en Siria, que señala que el fenómeno se intensificó desde la aparición del grupo terrorista EIIL.
Los terroristas han destruido tumbas y torres famosas en Palmira, ciudad histórica clasificada como patrimonio mundial de la Unesco.
HispanTV