El fenómeno Ronda Rousey no deja de crecer. Su derrota ante Holly Holm el 14 de noviembre no ha dañado en absoluto la expectación al rededor de la luchadora. Más bien al contrario. Los promotores norteamericanos se frotan las manos y ya planean que la próxima pelea entre ambas salga de Las Vegas y se mude a un estadio en Texas o en California con capacidad para 100.000 espectadores. Saben que, en este momento, pueden vender esas entradas y las que quieran.
Solo las importantes secuelas físicas que sufre Rousey y sus compromisos cinematográficos (el año que viene compartirá reparto con Mark Wahlberg en «Mile 22», del director Peter Berg) obligan a posponer el reencuentro hasta el próximo verano. «La esperamos de regreso el 9 de julio. Ayer reinició su entrenamiento», aseguró Dana White, presidente de la UFC, en declaraciones al diario británico «Daily Mail».
«Todo el mundo creyó que la primera pelea duraría 30 segundos pero aun así fue el mayor evento de pay-per-view del año y el segundo más visto en la historia de la UFC. ¿Cuántas personas asistirían a un nuevo enfrentamiento entre Ronda Rousey y Holly Holm? Podríamos hacerlo en el Dallas Texas Stadium o el Staples Center en Los Ángeles. Rompería todos los récords y los mantendría por buen rato», aseguró White.
Información de: ABC.ES/Deportes