La inversión en infraestructura es un factor central en el desarrollo económico y social de cada nación, toda vez que potencia la eficiencia de la inversión privada en la economía, facilita el funcionamiento eficaz de los mercados y apoya el crecimiento equilibrado de sus distintas regiones.
Este es el enfoque y la relevancia del Programa Nacional de Infraestructura (PNI) 2012-2018 que desarrolla la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). El Programa está dirigido a transformar a México en una plataforma logística global de alto valor agregado
Este año en Chihuahua la SCT invirtió 2 mil 096 millones de pesos, recursos provenientes del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadín) y el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), en obras de infraestructura que permitieron colocar a la entidad a la vanguardia del desarrollo regional. Tales como: el Libramiento Oriente de Chihuahua, el cual fue inaugurado por el presidente Enrique Peña Nieto el pasado mes de abril, el puente Guadalupe-Tornillo y el Entronque a La Ribereña.
Con estas obras se generaron 10 mil empleos y se benefició a más de 2 millones de personas.
Se dio conservación a la Red Carretera Federal que consta de 2 mil 216 kilómetros; entre los trabajos realizados este año destacan: Recuperación de pavimento en la carretera Cuauhtémoc-Límite de Estados, suministro y colocación de pavimento en la carretera a Nuevo Casas Grandes, reconstrucción del puente El Charro en el municipio de Delicias, además de la conservación de puentes.
Dentro del Programa de Empleo Temporal (PET) se destinaron 52.3 mdp para atender 1116 caminos rurales.
Cabe destacar que este año el PET extendió su margen de operación a las zonas urbanas, donde se atendieron tareas de jardinería, construcción de guarniciones y banquetas, retiro de basura y vegetación, reforestación derechos de vía y bacheo superficial de calles pavimentadas.
De esta manera, el Gobierno de la República construye, de cara a la sociedad, las grandes obras de infraestructura sobre las que México, con altura de miras, transita hacia la modernidad y hacia un desarrollo incluyente y próspero en el que la ciudadanía puede acceder a condiciones que potencien la generación de empleos, una mejor calidad de vida y por lo tanto a un mejor México.