La policía de Los Angeles usó una orden judicial inválida y gastó 22 mil dólares para llevar a un asesino encarcelado y ex líder de una pandilla a que hablara en una cena exclusiva de ejecutivos, según un informe.
En total, 38 empleados de la policía trabajaron unas 320 horas para preparar el evento realizado en enero en un edificio del centro de Los Ángeles y proteger a René “Boxer” Enríquez, escribió el inspector general de la comisión policial de la ciudad en el informe.
Lo que es más, la agencia policial no tenía la autoridad para sacar a Enríquez de la prisión porque usó una orden judicial de un caso de asesinato cerrado que sólo permitía su salida para declarar como testigo.
Enríquez, un ex líder de la pandilla Mafia Mexicana que ha estado en prisión desde 1993 cumpliendo una pena de entre 20 años y cadena perpetua, había hablado anteriormente para varios grupos de oficiales y suministrado información valiosa sobre la organización criminal transnacional a la que alguna vez perteneció, dijo el subjefe de policía de Los Ángeles, Michael Downing, en los días posteriores al evento.
El departamento emitió un comunicado en el que dijo que el jefe Charlie Beck había pedido a su oficina de estándares profesionales que lanzara su propia investigación. Beck ya había dicho que la participación del departamento en el evento fue un error.
El informe del inspector general reveló nuevos detalles sobre un evento que fueron criticados por el alcalde y por el presidente de la comisión policial.
Información de Agencias