Activistas y organizaciones mexicanas denunciaron hoy que la multinacional Coca-Cola utiliza diversas maniobras legales para retrasar una investigación oficial en su contra por el uso de una campaña de publicidad engañosa para promocionar su refresco Sidral.
El diario británico The Guardian, recuerda en una nota publicada este día que la organización El Poder del Consumidor acusó al gigante de los refrescos por engañar intencionalmente a los ciudadanos sobre el contenido y los beneficios de Sidral,
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) pidió a Coca-Cola que aclarara la cantidad de juego de manzana y de saborizante que el refresco contiene.
Ante ello, continúa el diario, “la compañía lanzó un desafío legal en marzo, alegando su derecho Constitucional a un juicio justo que había sido violado, y argumentado que la legislación federal sobre los derechos de los consumidores es inconstitucional”.
El diario dice que Coca-Cola también afirmó que la denuncia fue dirigida a la parte equivocada, ya que su publicidad y el etiquetado es dirigido por una filial, Propimex. Con ello la firma convenció al juez para suspender la denuncia en contra de Sidral hasta que se resolviera su petición
La campaña de publicidad multimedia lanzada a principios de 2015, han denunciado los activistas, engañó a los consumidores debido a que sugiere que Sidral Mundet -una bebida con sabor a manzana que contiene 60 gramos de azúcar en cada botella de 600 mililitros- fue hecha de manzanas.
Los anuncios que llevan los lemas “con jugo de manzana” y “con jugo pasteurizado”, acompañados por imágenes de rodajas de manzana jugosa, se pegó en vallas, paradas de autobuses y camiones de reparto.
Aunado a más de 70 videos que sugieren que la bebida está hecha de manzanas frescas que se publicaron en YouTube. En uno de ellos, describe el diario, toda una manzana roja emerge de una maceta de flores después que se vierte Sidral. En otro, la bebida se hace mezclando una manzana en una coctelera.
Sidral fue lanzado en México en 1902 y adquirida por Coca-Cola en el 2002, dispone de 1 por ciento de “zumo a base de concentrado” -que es clasificada como azúcar añadida, por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, pos sus siglas en inglés).
El diario destaca que en México hay un impuesto innovador del 10 por ciento sobre el azúcar en bebidas azucaradas que se introdujo en enero de 2014, en medio de crecientes preocupaciones sobre las epidemias de obesidad y diabetes, y luego de una batalla con la industria de las bebidas que ha logrado en su primer año de aplicación cortar las ventas un 6 por ciento.
Sin embargo, de acuerdo con Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, las normas que regula la publicidad y el etiquetado en México son relativamente débiles y el procedimiento de denuncia puede ser largo y engorroso. Incluso cuando las empresas son sancionadas, las multas son tan pequeñas que no sirven como elemento disuasorio.
En octubre pasado, continúa el diario, el recurso de apelación presentado por Coca-Cola fue turnado a una corte del estado de Zacatecas, quien tendrá el fallo final, que podría sentar un precedente. Sin embargo, es poco probable que se dé sino hasta mediados de 2016, mientras las manos de Profeco están atadas.
Javier Zúñiga, abogado de El Poder del Consumidor, dijo a The Guardian que el objetivo principal de la refresquera “se compró tiempo” para que pueda continuar con su campaña publicitaria, u que está abusando del sistema de demanda de inconstitucionalidad del país.
“El objetivo principal de Coca-Cola era retrasar el proceso para que continuar con su campaña”, declaró Zúñiga.
“El caso es un abuso del sistema de demanda de inconstitucionalidad ya que la empresa se limitó a preguntar para aclarar los detalles básicos. Coca-Cola se compró tiempo, y los consumidores se quedan con la idea de que Sidral es una opción más saludable cuando debería ser visto como exactamente igual que cualquier otra bebida gaseosa azucarada”, agregó el litigante.
En tanto, la campaña de Sidral “con jugo de manzana” terminó a principios de agosto. Y la nueva campaña promueve a la bebida como un refresco tradicional, producido en el país.
El Poder del Consumidor ha alertado que mientras Sidral lleva a cabo una estrategia dilatoria frente a la denuncia que presentó la organización civil, cambio su campaña de “hecho con jugo pasteurizado” al lema “A la mexicana”, teniendo como sus imágenes principales a El Sopitas y a la cantante Ximena Sariñana.
Finalmente, un portavoz de Coca-Cola, dijo a The Guardian, que “para reforzar nuestro compromiso de fomentar las decisiones de compra informadas, hubo una modificación del logotipo y etiquetado. El porcentaje de jugo contenido en el producto será visible en la parte frontal del producto, la información que siempre ha estado presente en la etiqueta”.
“En este caso ejecutamos nuestro derecho a la defensa de lo dispuesto por la ley […] no era una táctica dilatoria”, agregó.
Este escándalo se suma a otro también derivado de su publicidad ocurrido el mes pasado y por el que organizaciones civiles, expertos en nutrición y miembros del pueblo mixe, exigieron al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) investigar la publicidad del comercial #AbreTuCorazón de Coca-Cola.
De acuerdo con los inconformes, los spots de la refresquera realizados en Totontepec, Oaxaca, refuerzan estereotipos, imponen la cultura del consumo, retratan a indígenas como subordinados y rompe con los tratados internacionales de los pueblos originarios.
El comercial de Coca-Cola retrata a un grupo de jóvenes que lleva un mensaje a una población mixe durante fiestas decembrinas. Sin embargo, las organizaciones y la comunidad aseguraron que existe discriminación, pues ese tipo de festividades son ajenas al pueblo indígena, rompen con la dinámica comunitaria y son exhibidos como personas “ayudadas” por personas de fuera.
La comunidad mixe además presentó un video, utilizando el comercial de Coca-Cola, donde se informa sobre las condiciones, riesgos, enfermedades, costumbres del pueblo y además le respondió a la refresquera con un mensaje: ”Para permanecer unidos, debemos proteger nuestra dignidad, nuestra salud y nuestra cultura”.
“El reforzamiento de estereotipos vinculados a pueblos indígenas en este tipo de publicidad, como ahora lo hace la empresa Coca-Cola, genera dos cosas: por un lado, la posición de privilegio de ciertos grupos identificados con una cultura creada por el mercado de consumo, por tanto de subordinación de los pueblos indígenas ante éstos. Y por otro lado, se reproduce una visión asistencialista y ausente de un enfoque de derechos humanos”, comentó la activista mixe Elvira Constantina Pablo Antonio, colaboradora de ASER Litigio A.C.
Carlos Ventura, colaborador del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria expuso que el Estado debe investigar y sancionar a la empresa que incentiva la reproducción de estereotipos que ocasionan violaciones al derecho a la no discriminación.
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