La cantante estadunidense Madonna, de 57 años, acudió ayer a un juzgado de Nueva York a solicitar el regreso de su hijo, Rocco, de 15, procedente de Londres, Reino Unido, donde pasa los días prenavideños con su padre, el director de cine Guy Richie, de 47, y la nueva familia que éste ha formado.
La juez ordenó que el menor fuera a pasar las Navidades a NY, junto a su famosa madre. No obstante, según afirmó el padre, el joven prefiere quedarse junto a él, en Londres, según informaron medios estadunidenses.
El hijo adolescente de Madonna, que ha recorrido medio mundo acompañando a la estrella durante dos meses por la gira “Rebel Heart”, ahora quiere pasar más tiempo con su padre y se niega a visitar a su madre durante las vacaciones en su casa de Manhattan. Por lo que la “Reina del Pop” tuvo que recurrir a la Corte para que forzara el regreso del chico, de quien se dice que es más famosos que los príncipes de Inglaterra.
La noticia se ha recibido con sorpresa ya que en las fotos que la estrella ha compartido en sus redes sociales se puede intuir que tiene una relación muy estrecha con su hijo.
Lejos de la realidad, Eric Buckley, el abogado del cineasta, ausente en el juicio, afirmó en la Corte: “(Rocco) ha expresado muy claramente que no quiere volver a Nueva York”.
El comentario alteró a Madonna de tal forma que su abogado tuvo que calmarla.
La juez ha ordenado que Rocco tendrá que ir primero a NY y después ya podrá decidir con quién quiere vivir, para lo que se le ha asignado un abogado de oficio.
Aparte de Rocco, Madonna y Ritchie tienen un hijo adoptado, David Banda. La pareja se divorció en 2008, tras siete años de relación.
Excélsior