De niña sólo tenía un sueño… Ser una “porno star”. Así que a Alix Lynx no le bastó ser poseedora de un alto IQ, ni matricularse en la licenciatura en comunicación y mucho menos el terminar un MB (maestría en administración de negocios) en marketing digital, pues para ella su anhelo de siempre no era hacer dinero con su brillante mente, sino con su nada despreciable cuerpo, informó Excélsior.
“La pornografía es algo que quería hacer desde que era una adolescente…”, afirmó la rubia neoyorquina de 26 años a la revista “Cosmopolitan”.
“No era la típica adolescente promiscua. Perdí la virginidad a los 16 con mi novio del instituto; el sexo no era algo que me preocupase demasiado… Pero recuerdo que un día vi un documental sobre ‘Playboy’ y supe enseguida que quería hacer del porno mi vida”.
Con una mente educada para los negocios y una anatomía que nació para el placer, Lynx dejó un prometedor futuro en el mundo empresarial para mudarse a California y enrolarse en la industria pornográfica.
Desde pequeña su madre le inculcó la superación personal a través del estudio con una frase que mantiene presente en sus decisiones: “Debes ir a la universidad o acabarás sirviendo hamburguesas toda tu vida”.
“Lo que haga es problema mío, pero pienso demostrar que uno puede conseguir lo que quiera. Mi vida no es solo el porno, yo voy a crear un imperio”, advirtió.
Lynx admitió que su familia no aprueba del todo su trabajo y por ello se los mantuvo oculto por un año, hasta que un amigo compartió en Facebook un video viral de ella simulando hacer un “fellatio” con una paleta.
“No es que lo aprueben, pero me ven feliz. También me escriben otros vecinos y conocidos con mensajes de apoyo y preguntas sobre la industria”, dijo.