La juarense Yesenia Pineda Tafoya, de apenas 20 años, murió en la capital del estado a consecuencia de dos negligencias médicas, una ocurrida en el Hospital de la Mujer de Juárez, y la otra en el Hospital General del Estado “Salvador Zubirán” en Chihuahua, según denuncia su familia.
En marzo del 2015, Yesenia vio nacer a su hija en el Hospital de la Mujer en Juárez, pero, por un error, los médicos que la atendieron le conectaron el recto con la vagina, lo que ocasionó que su cuerpo se contaminara con sus propios desechos.
Debido al cuadro clínico que presentaba la joven, se le practicó una colostomía para evitar que su recto se contaminara y las heridas tuvieran tiempo de sanar. No obstante, el pasado 11 de febrero, cuando se determinó que era momento de volver a unir su intestino, los médicos incurrieron en una nueva equivocación: olvidaron grapar este órgano.
El resultado fue catastrófico. La intervención realizada en el Hospital General del Estado en la ciudad de Chihuahua fue encabezada por residentes que no le colocaron la grapa que uniría sus intestinos, lo que orilló al equipo médico a programar una nueva cirugía el 15 de febrero para quitarle dos puntos y que la joven comenzara a drenar. Sin embargo, el intestino de Yesenia se reventó, causando, una vez más que su cuerpo se intoxicara con su excremento.
Durante este fin de semana, el estado de salud de Yesenia se agravó por los procedimientos quirúrgicos mal realizados, los cuales le provocaron sepsis abdominal, neutropenia y neumonía, padecimietos que finalmente la llevaron a la muerte.
Cabe mencionar que el pasado 11 de marzo, el director del Hospital de la Mujer, José Antonio Pérez Romero,declaró que durante la primera intervención no hubo negligencia médica alguna, sino que los consecuentes malestares de la muchacha se debieron a “un problema de cicatrización”.
Los familiares de la joven, también víctimas de los puntos más endebles del sistema de salud pública, exigen justicia para esclarecer el caso de Yesenia, quien era, hasta el momento de dar a luz, una mujer sana.