El Instituto Chihuahuense de la Mujer, encabezado por Emma Saldaña Lobera, exhortó a la ciudadanía a donar ropa, alimentos, pañales y otros artículos para apoyar a 26 famillias de la Sierra Tarahumara, entre las que se encuentran mujeres y hombres de 20 a 50 años, niñas y niños de 2 a 10 años, así como bebés de 1 a 7 meses de edad, las cuales fueron desplazadas por la situación de violencia que priva en la Sierra Tarahumara.
La directora del Ichmujer señaló que estas personas llegaron desde Bocoyna hasta la ciudad de Chihuahua, donde fueron atendidas de inmediato tanto por el Instituto como por el secretario general de Gobierno, Mario Trevizo Salazar, debido a las malas condiciones en las que se encuentran.
Saldaña Lobera detalló que se trata de cerca de 20 desplazados, entre ellos niños y dos mujeres embarazadas provenientes diversas comunidades, las cuales se vieron forzadas a caminar por más 10 horas para buscar un resguardo de la inseguridad y la violencia que se ha instalado en su lugar de origen.
Añadió que se espera la llegada de otras 80 personas más que también requerirán de todo el respaldo posible, pues se trata de gente que arriba hasta la ciudad sin recursos, sin un lugar en donde quedarse y con problemas de salud generados por los largos recorridos que hacen, en su mayoría, a pie.
Para ello, se realizará una colecta este martes 22 de marzo hasta el primero de abril, en las instalaciones del Ichmujer, ubicadas en la calle 1 de Mayo 1802, Col. Pacífico, 31020. Para más información pueden consultar el siguiente link: Colecta Ichmujer para desplazados
Además de las autoridades estatales, el Ichmujer se ha respaldado con diversas organizaciones como el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), Contec y Alianza Sierra Madre, no sólo con el propósito de ayudar a estas familias, sino de documentar y visibilizar un mal endémico que ya ha movilizado a más de 200 personas en la zona serrana del estado.
Silencio atroz: Hay más de 200 casos de personas que huyen de la violencia en la Sierra Tarahumara.
La activista del Cedehm, Lucha Castro, refirió que en la región serrana del estado de Chihuahua existe la crisis de desplazados a causa de la violencia, al haber más de 200 casos documentados de personas que se movilizan de sus lugares de origen debido a la presencia del crimen organizado que poco a poco se come sus territorios y sus vidas.
Castro comentó que algunos de estos casos ya tienen medidas cautelares emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como el de la comunidad de El Manzano, en Urique, lo cual obedece a que las autoridades locales han permanecido indolentes ante una situación que si bien es real y palpable, prefieren mantener en la sombra.
“Esto obedece a una indolencia por parte del estado y de estar minimizando y negando la existencia de los grupos criminales, en donde lo más grave es que hoy los criminales, coludidos con cuerpos policíacos están desplazando a las comunidades indígenas, se están apropiando de sus territorios y además están obligando a los jóvenes a que ingresen al crimen organizado”.
En este sentido, la derechohumanista comentó que el problema migratorio de la sierra generado por la delincuencia radica en que las organizaciones criminales “reclutan” a los niños y jóvenes de las comunidades para que trabajen como sicarios o en la siembra de estupefacientes bajo la amenaza constante de que si no acceden podría costarles la vida.
Por otra parte, dijo la activista, existe la pugna permanente por los territorios serranos, la cual también está relacionado con los proyectos energéticos y mineros que actualmente se desarrollan en la región.
Todo esto, sentenció, da pie a una situación “insostenible” que debería ser abordada con una política pública concreta, pero la falta de voluntad por parte del Estado y de la misma Comisión Estatal de los Derechos Humanos, no sólo no abona a la creación de acciones de remediación, sino que desaparece por completo la problemática que poco a poco asesina a los pueblos rarámuri de la entidad.
El trabajo de las organizaciones y defensores de los derechos humanos se enfoca en dar aviso a las instancias internacional como la Relatoría de los Pueblos Indígenas para que tomen cartas en el asunto y documenten los hechos que, más allá de la invisibilización de las autoridades, conformen un historial que obligue a proteger a estos pueblos.