El Arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, ofició la misa con motivo del Jueves Santo en la Catedral Metropolitana, durante la cual se realizó el “lavatorio de pies” que Jesucristo hizo previo a la Última Cena con sus apóstoles.
En esta representación, Miranda Weckmann lavó los pues a 12 niños de entre cinco y ocho años, quienes hicieron las veces de los seguidores de Jesús que recibieron este gesto de amor y humildad de su maestro antes de la Última Cena.
El Arzobispo señaló que el lavatorio de pies plasmado en el Evangelio de San Juan nos ofrece un testimonio de la vocación al servicio del mundo y de la Iglesia, el cual deben tener no sólo los fieles, sino la humanidad entera.
En su texto, San Juan dice que “antes de comenzar la Cena, Jesús, sabiendo que el Padre le había puesto todo en sus manos y que había salido de Dios y a Dios volvía, se levanta de la mesa, se quita sus vestidos y , tomando una toalla , se la ciñó. Luego echó agua en un lebrillo y se puso a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla con que estaba ceñido.”
Durante esta misa especial de la Semana Mayor, se celebró el Sacramento de la Eucaristía en el que se recuerda el momento en que Jesús partió el pan y el vino con sus apóstoles por última vez antes de ser entregado y crucificado.