Ella es Gemma Laird, una chica de 21 años a quien los padres de familia y directivos de una escuela primaria de Durham, Inglaterra, le impidieron continuar con sus funciones de profesora por dedicarse simultáneamente al modelaje.
Durante las primeras semanas de enseñanza, Gemma mostró una gran capacidad para comunicarse con los pequeños de primer grado y no tuvo problema alguno con las autoridades de la institución. Los niños incluso le tomaron cariño.
Sin embargo, antes de cumplir un mes trabajando allí, la directora la mandó llamar para comunicarle que “se veía en la necesidad de despedirla tras las quejas de un padre de familia”.
¿La razón? El hombre la había investigado y halló en su perfil de Facebook fotografías donde aparecía en diminuta ropa interior, lo que a su parecer, no sería un buen ejemplo para los alumnos en caso de que la noticia se hiciera pública.
Tras salir de la escuela, la chica denunció el caso en redes sociales e incluso ofreció algunas entrevistas a medios de comunicación, donde dijo que la habían hecho sentir como una “prostituta” por el simple hecho de cumplir con su segunda profesión.
Información de Agencias