Janet Horrocks y Jane Cunliffe son madre e hija de 57 y 35 años, respectivamente, que tras varias cirugías estéticas lucen casi de la misma edad, como si fueran hermanas.
El amor entre ellas es tal, que Janet gastó 40 mil dólares (700 mil pesos) en cortes y tintes de cabello, cirugía de nariz, párpados, relleno de labios y botox, con tal de lucir igual que su hija.
Y, aunque la primera vez que vio a su madre transformada en ella misma fue una experiencia traumática, Jane decidió apoyarla incondicionalmente en su búsqueda de la juventud eterna.
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