El día de hoy, el secretario general de gobierno, Mario Trevizo Salazar, citó al movimiento estatal de mujeres y a la antropóloga forense, Mercedes Doretti, para firmar una colaboración de identificación de restos encontrados en fosas en la zona occidente.
Acompañadas de familiares de desaparecidos en el estado de Chihuahua, el grupo arribó a Palacio de Gobierno para reunirse con el secretario, sin embargo no fueron atendidos por la ausencia del funcionario y fueron enviadas a la Fiscalía General del Estado (FGE).
En las instalaciones de la FGE les indicaron que serían atendidas por Armando López del jurídico de la dependencia, sin embargo fueron plantadas.
Los familiares desaparecidos exigen justicia y aceleración a las autoridades en la firma de convenio para permitir que el equipo trabaje en la identificación de restos y saber si pertenecen a familiares ausentes, destacando la presencia de dos personas que denunciaron que el Ejército Mexicano desapareció a sus familiares, así como un elemento de tránsito del municipio de Cuauhtémoc.
Las antropólogas forenses han trabajado en casos de feminicidios en Ciudad Juárez, trabajando también en la desaparición masiva de Aytozinapa, en el caso de los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca, Veracruz, entre otros.
El Equipo Argentino de Antropología Forense estará trabajando en la identificación genética de restos encontrados en fosas comunes en la zona occidente del estado de Chihuahua, para definir si estos pertenecen a hombres o mujeres con reporte de desaparición, y determinando también la causa de la muerte mediante procesos forenses.
Lucha Castro, dirigente del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), informó que este trabajo estará también abonando al trabajo realizado por el perito colombiano Pedro Díaz que se encuentra en la entidad chihuahuense para revisar expedientes relacionados con desaparición forzada, sobre todo en el municipio de Cuauhtémoc.
En el 2003, la organización civil Justicia para Nuestras Hijas solicitó al equipo de antropólogas forenses una investigación para la identificación de cuerpos encontrados por la autoridad, ya que familias mostraban consternación acerca de la identidad de los restos que les estaba entregando la autoridad como sus familiares.
De un universo de 400 asesinatos, del 10 al 30 por ciento de los restos entregados a los familiares se encontraban en la situación mencionada, por lo que en el 2005 los miembros del equipo viajaron a Ciudad Juárez para exhumar, analizar e identificar a sesenta cuerpos de mujeres que fueron asesinadas y desaparecidas en Ciudad Juárez y en la capital de Chihuahua.
El equipo en su informe sobre la investigación detalló que desde 1993 se encontraron muertas hasta 500 jóvenes y en la mayoría de los casos sus cuerpos reportaban signos de violencia y mutilación, además estas eran estudiantes, trabajadoras informales, víctimas de violencia doméstica o mujeres envueltas en el círculo de la prostitución y el tráfico de drogas.
En aquel contexto, la antropóloga argentina Mercedes Doretti detalló que los crímenes de mujeres en la entidad debían ser atendidos por investigadores internacionales, ya que si la autoridad estatal continuaba haciendo las investigaciones en un sentido local estas irían al fracaso.
La antropóloga manifestó a la representante jurídica del Comité de Madres y Familias con Hijas Desaparecidas de Juárez que las investigaciones estaban corrompidas y esta corrupción prevalecía sobre todo en el Servicio Médico Forense (Semefo).
Las antropólogas trabajaron desde septiembre de 2010 con la identificación de 83 osamentas recuperadas entre 1995 y 2005, de las cuales 33 fueron identificadas y del total de estas, 26 tenían reporte de desaparición en Ciudad Juárez y siete más en Chihuahua.
Además Doretti denunció que la documentación oficial de la Fiscalía no coincidía con la realidad, ya que los cadáveres encontrados hasta 1997 habían sido enviados a una fosa común, pero la antropóloga descubrió que había restos de mujeres enterradas con tres años de muerte, es decir desde el 2005.