“No dejen de vender sus nopalitos y sus artesanías. No me imagino a las mujeres indígenas en una fábrica, haciendo el aseo en un edificio o detrás de un escritorio…”.
Lo anterior lo expresó la diputada Luz Elena Govea, presidenta da la comisión de Derechos Humanos y Grupos Vulnerables, ante reclamos de grupos indígenas por la falta de oportunidades de trabajo y opciones educativas.
Además, para Govea, el que las mujeres indígenas quieran cambiar su vida es un tanto egoísta, sobre todo porque “si ustedes deciden abandonar su tierra y sus tradiciones, el pueblo mexicano nos quedamos sin nuestras raíces. Piensen en eso cuando quieran ver un futuro”.
¡¿Pues cómo quedarnos sin nuestros tradicionales pobres?!
Aunque quizás entre las representantes de distintas etnias y del Consejo Indígena de León, Guanajuato, había una que otra mujer que quisiera ser como la legisladora y ganarse la vida “detrás de un escritorio”, la diputada las alentó a no dejar lo suyo:
“Entiendo que el trabajo es duro, sin embargo, analicemos y pensemos en ese futuro como pueblos indígenas, ustedes no pueden ser sustituidos por nadie. No busquen espacios porque los tienen, donde podemos proporcionarles apoyo…”.
Aunque al encuentro realizado en el Palacio Legislativo seguramente la legisladora iba con ropa de marca, no dejó de enaltecer “la dignidad con la que ustedes visten, cargan ese rebozo o calzan esos zapatos. Es parte de lo que nosotros (sic) les imitamos”.
Muchos dirán que la priista se refería a preservar las tradiciones y cultura indígena… pero eso sería interpretar sus palabras. Resumen: en toda sociedad hay pobres y ricos. A ustedes les toco ser pobre, disfrútenlo.
Información de Sopitas.com